La madrugada del jueves trajo una noticia devastadora para el fútbol internacional: Diogo Jota, delantero del Liverpool y de la selección de Portugal, falleció junto a su hermano André Silva en un violento accidente automovilístico en la provincia de Zamora, España. El hecho ocurrió alrededor de las 00:35 horas sobre la autovía A-52, a la altura del municipio de Cernadilla, en una zona cercana al embalse del mismo nombre.
El vehículo en el que viajaban los hermanos, un Lamborghini Urus, se incendió tras salirse de la calzada, presuntamente como consecuencia del reventón de un neumático mientras intentaban adelantar a otro coche. Según el Servicio de Emergencias de Castilla y León (112), varias llamadas alertaron del accidente, pero los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para salvarles la vida.
El impacto fue tal que el coche quedó completamente calcinado. La identificación de los cuerpos fue posible gracias a documentos que resistieron el fuego y a la matrícula del vehículo, confirmaron las autoridades. Posteriormente, la esposa de Diogo Jota, Rute Cardoso, recién casada con el jugador, reconoció los cuerpos y recibió asistencia psicológica ante el desgarrador suceso.
La autovía A-52, conocida por su bajo tránsito nocturno y tranquilidad, se tiñó de luto. Se trata de una de las arterias que conectan Castilla y León con Galicia, atravesando paisajes rurales como el de Cernadilla, una extensa recta que no presentaba obstáculos visibles. Este dato agrava aún más la consternación en torno al siniestro.
Según información del diario ABC, tres patrullas de la Guardia Civil se desplazaron rápidamente al lugar, acordonaron la zona y procedieron a cortar uno de los carriles para permitir la labor de los investigadores. Se supo también que un familiar, al no recibir noticias de los jóvenes, dio el aviso ya que se los esperaba en Benavente. Desde allí tenían planificado viajar a Santander para embarcarse rumbo a Portsmouth, Inglaterra, en ferry.
El vehículo involucrado es un Lamborghini Urus, un SUV de alta gama muy utilizado por estrellas del fútbol como Cristiano Ronaldo o Karim Benzema. Con una velocidad máxima de 305 km/h y aceleración de 0 a 100 en 3,6 segundos, el coche representa lo último en potencia y tecnología automotriz. Sin embargo, esta sofisticación no evitó el desastre.
En las horas posteriores al accidente, comenzaron a circular imágenes impactantes del vehículo destruido. Las marcas de frenado en el asfalto y los restos del automóvil dan cuenta de la magnitud del impacto. Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Zamora trabajan en la autopsia de los cuerpos, y se tomaron muestras para pruebas de ADN, que fueron enviadas a Madrid para confirmar de manera oficial la identidad de las víctimas.
La noticia provocó un oleaje de dolor en redes sociales, clubes europeos y figuras del deporte que no tardaron en expresar su conmoción y enviar condolencias a la familia Jota-Silva. El mundo del fútbol está de luto, no sólo por la pérdida de un jugador talentoso, sino por la tragedia familiar que enlutó a Portugal y dejó un vacío inmenso en el corazón de los aficionados.
Las causas del accidente aún están bajo investigación, pero lo cierto es que la carretera que tantas veces conectó a pueblos de Zamora hoy se convirtió en el último trayecto de una promesa del deporte que se apagó demasiado pronto.
El fútbol mundial despide con dolor a Diogo Jota, y abraza a su familia en medio de una tragedia que sacude incluso a quienes nunca lo vieron jugar, pero hoy comparten el duelo.
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