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Otra decepción más en copas del mundo. La desazón a esta hora no debe ser normal en todo el territorio brasileño y en todos los seguidores de una selección que sigue siendo la que más mundiales ha ganado en toda la historia, pero que ha quedado a deber en los últimos 20 años.
Siempre favorita como de costumbre, con una nómina plagada de figuras en todas las posiciones; pero ya es conocido que con el talento solo no se ganan partidos y mucho menos campeonatos, sino que hace falta algo adicional, y es lo que precisamente han demostrado los croatas en la jornada de este viernes.
Los cuartos de final de Qatar 2022 iniciaban con un partido más que interesante, en el que muchos ya daban por sentado el triunfo de la “canarinha“, luego de haber bailado literalmente ante Corea del Sur; todo parecía ser alegría y felicidad, demostrando ser más candidatos que nunca, además de tener la buena noticia de seguir contando con su referente Neymar Jr.
Pero acá llegaba el momento de no pensar tanto en bailes, sino de tener la sangre fría suficiente como para liquidar un partido en los noventa minutos, o en su defecto en la prórroga; algo que parecía concretar Brasil con ese gol bien fabricado dentro del área que terminara definiendo justamente Neymar.
Al frente estaba una selección que sabe muy bien jugar este tipo de duelos, y más en tiempos suplementarios y tandas de penales; son los actuales subcampeones del mundo y hoy mostraron esa chapa, al ganar por tercera vez en este tipo de competición un partido bajo esta definición desde los doce pasos.
Con ese gol a jugada de contragolpe de Petkovic y observando la manera en la que los croatas lo celebraron, se podía percibir lo que venía después; el momento anímico y psicológico era de ellos y por consiguiente, la presión y ansiedad se iba para el lado amazónico.
Un claro mensaje que no se puede menospreciar a ningún rival y menos a éste, que tiene a un Luka Modric con hambre de poder retirarse con un título mundial en su hoja de vida, y con un portero de nombre Dominik Livakovic, que hoy simplemente fue figura, tapando de todo y que de seguro recibirá muchas ofertas luego de esta actuación.
Previo a este partido, en una conferencia de prensa en la que Vinicius Jr se dirigía a los medios de comunicación presentes, justo antes de iniciar la misma, el encargado de comunicaciones de Brasil había sujetado un pequeño gato que estaba posado sobre la mesa y lo arrojó al suelo, para muchos de mala forma, siendo víctima de una lluvia de críticas en las redes sociales.
Entonces, para los supersticiosos, ¿este felino terminó siendo una especie de maldición para los brasileños? lo que sí es cierto es que, así como Brasil tiene cinco campeonatos en sus vitrinas, desde hoy suman cinco torneos en fila sin poder ganar y en todos ellos siendo víctimas de alguna selección europea.
Es por ello que no basta solo con la historia y talento individual; a los suramericanos le ha estado faltando dar el golpe de gracia en estos partidos decisivos. De momento, sigamos disfrutando de lo que queda de mundial, pero ya sin samba ni bailes de cacatúas.