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Kylian Mbappe ha encendido todas la alarmas posibles dentro de Francia y en el mundo. Tras el fuerte golpe que sufrió, salió caminando de la cancha y pensaban que todo quedaba allí. Sin embargo, tras terminado el partido. y con algunos estudios, la Federación Francesa de Fútbol anunció que el delantero del Real Madrid será intervenido quirurgicamente.

Las dudas ahora giran en torno al tiempo de recuperación de Mbappé. Francia tiene un partido crucial contra Países Bajos el próximo viernes 21 a las 15:00h y cerrará la fase de grupos contra Polonia el día 26 a las 12:00h. En casos similares, jugadores como Nabil Fekir (fractura de los huesos propios de la nariz) o Saúl Ñíguez (desviación del tabique nasal) estuvieron de baja alrededor de 10 días, lo que pone en riesgo la participación de Mbappé en lo que resta de la fase de grupos.

Se espera que la recuperación no tarde mucho y pueda estar disponible para jugar en los próximos partidos. Sin embargo, Francia deberá seguir en pie en la Eurocopa sin su máxima figura. ¿Es momento de ver la máscara del Zorro? Pues los aficionados ya se preparan para ello.

Varios jugadores han sufrido lesiones en la nariz durante la Eurocopa y han tenido que jugar con máscaras protectoras. Un caso conocido es el de Thomas Vermaelen (Bélgica), quien jugó con una máscara protectora durante la Eurocopa 2016 después de fracturarse la nariz.

En ediciones más recientes, Jan Vertonghen (Bélgica) tuvo que usar una máscara protectora durante la Eurocopa 2020 después de sufrir una fractura en la nariz. La máscara es una medida común para proteger la nariz y otras áreas faciales vulnerables, permitiendo que los jugadores continúen participando en los partidos importantes mientras se recuperan de sus lesiones​. Sin embargo, jugar al fútbol con una máscara facial puede afectar al rendimiento de varias maneras:

Visibilidad Reducida: Las máscaras pueden limitar el campo de visión periférica del jugador, dificultando la percepción de los movimientos de otros jugadores y el balón en su entorno inmediato. Esto puede afectar tanto en defensa como en ataque, donde la visión completa del campo es crucial.

Comodidad y Adaptación: Las máscaras pueden ser incómodas, especialmente al principio. Los jugadores necesitan tiempo para adaptarse a jugar con esta protección. Cualquier incomodidad puede distraer y afectar la concentración del jugador durante el juego.

Respiración y Comunicación: Dependiendo del diseño de la máscara, esta puede interferir ligeramente con la respiración y la comunicación verbal en el campo. Los jugadores suelen comunicarse constantemente, y cualquier obstrucción puede dificultar la coordinación con los compañeros de equipo.

Confianza y Seguridad: Aunque las máscaras están diseñadas para proteger, algunos jugadores pueden sentir una falta de seguridad o confianza, preocupándose por la posibilidad de una nueva lesión o por la fragilidad de la protección que llevan puesta.

A pesar de estas posibles desventajas, muchos jugadores han logrado desempeñarse a un alto nivel usando máscaras protectoras. La clave está en la adaptación y en la calidad del diseño de la máscara, que debe ser personalizada para minimizar los efectos negativos.