El furor por la llegada de Lionel Messi a Francia apenas está comenzando. Con la firma del contrato y la presentación del jugador como nuevo miembro del París Saint-Germain, solo resta saber cuando se paralizará el mundo para verlo debutar con su nueva camiseta.
Y Mauricio Pochettino, entrenador del conjunto francés, anunció que Messi se adaptó muy rápido a su nuevo grupo de compañeros, lo que haría que el primer partido del argentino en la Ligue 1 sea antes de lo previsto.
El plan era llevar de a poco al jugador luego de un mes entero de vacaciones e inactividad por la incertidumbre de su situación. Y la idea era hacerlo jugar unos minutos ante Reims, por la cuarta fecha del torneo a disputarse el domingo 29 de agosto.
Pero como todo marcha mejor de lo previsto, el DT considera incluirlo en la nómina de los jugadores que estarán disponibles para el partido del viernes, ante Brest de visitante, que abrirá la tercera jornada de la máxima división francesa.
Ni bien se conoció la noticia, en Brest se inició una revolución. En la pequeña ciudad del extremo occidental de Francia, los mismos hinchas locales que ya tenían su entrada para el partido, comenzaron una reventa que, en algunos casos, cuadruplica el valor de las entradas.
Originalmente, los tickets tenían un valor que iba desde los 50 hasta los 100 euros. Pero ahora, debido al anuncio de Pochettino, se pide desde 130 euros para una tribuna popular, hasta 400 euros por una de las plateas.
Incluso, se han visto publicaciones de “paquetes familiares” en los que se venden tres entradas a 1000 euros. Es que el Stade Francis-Le Blé es uno de los más chicos de la Ligue 1 con capacidad para 14.500 personas y las entradas son muy limitadas. Y nadie quiere perderse el debut de Messi.