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Una impresionante marea verde de fanáticos mexicanos conquistó este domingo el SoFi Stadium de Los Ángeles (EE.UU.), el recinto de la final de la Copa Oro entre México y Panamá.
Los pronósticos se cumplieron ya que decenas de miles de fanáticos de México reflejaron una aplastante mayoría frente a los puntuales aficionados panameños que se dejaron ver aquí y allá frente al dominante color verde y las banderas del águila y el nopal.
Entre los mexicanos se vieron máscaras de lucha libre, sombreros para resistir el calor en Los Ángeles -también las cervezas ayudaron en ese sentido- y camisetas de la selección no solo de jugadores actuales sino también de referentes de otras épocas como las de Rafa Márquez o Javier ‘Chicharito’ Hernández.
La Concacaf anunció el sábado que se habían vendido todas las entradas para este espectacular estadio en el que se jugó el Super Bowl de 2022 por lo que, para la final de la Copa Oro, esperaban más de 70.000 espectadores.
La fiesta se estaba servida en bandeja para los dirigidos por Lozano que presentó los siguientes 11: Guillermo Ochoa, Jorge Sánchez, César Montes, Johan Vásquez, Jesús Gallardo, Edson Álvarez, Luis Chávez, Luis Romo, Uriel Antuna, Orbelín Pineda y Henry Martín. Como si fuera poco, su equipo empezó arrasando al rival, le generó por lo menos 5 situaciones claras de gol, incluido un gol anulado a Henry Martín, tras una gran jugada que acaba con remate frente a meta tras incorporación por derecha de Romo. En medio de los festejo, el VAR anula el tanto por offside previo; todo sigue igual.
Se apaga el primer tiempo con el arquero panameño, Orlando Mosquera, como figura indiscutible, el triunfo de México parece un hecho al caer; pero el fútbol es imprevisible y la segunda etapa nos depara sorpresas.
El complemento tiene a Panamá como protagonista, manejando el balón con Éric Davis, José Fajardo, y Alberto Quintero, Memo Ochoa se revuelca de un lado a otro. El estadio, colmado de camisas verdes, está perplejo, hasta que sobre el final, a los 88´una buena jugada del “Bebote”desde el medio campo, conducción larga, entra al área y saca un tiro cruzado y colocado para que la pelota termine mansa en la red y desate la locura en todo el Sofi Stadiuim.
Santi Giménez, nacionalizado, hijo del jugador argentino Christian “el Chaco” Jiménez desata el delirio azteca que tuvo que sufrir 5 minutos mas para gritar campeón, una vez mas, del torneo continental, es el noveno título de Copa Oro que tiene la Selección Mexicana. ¡A festejar!