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Con el panorama deportivo del FC Barcelona más claro, la atención se desplaza hacia la situación económica del club, crucial para afrontar el mercado de fichajes y recuperar su capacidad de inversión.

El Barcelona enfrenta el desafío de cubrir una brecha de 100 millones de euros antes del 30 de junio, resultado de discrepancias en los números presentados a LaLiga. Esta cifra incluye 40 millones relacionados con la situación de Libero y otros 60 millones provenientes de la venta prevista del 49,5% de Barça Studios. Sin embargo, el tiempo avanza y la llegada de fondos se retrasa, lo que podría limitar la flexibilidad financiera del club.

Laporta, en una reciente conferencia de prensa, expresó su optimismo ante la posibilidad de recuperar el equilibrio financiero y destinar una cantidad equivalente de fondos a fichajes, basándose en el elogio recibido por LaLiga por los esfuerzos del club. Además, confía en el nuevo contrato con Nike, patrocinador principal del Barcelona, como un factor clave para mejorar la situación financiera.

A pesar de las tensiones previas entre el Barcelona y Nike, Laporta ahora espera renovar el contrato en condiciones más favorables, incluso llegando a afirmar que buscarán “el mejor contrato del mundo”. Esta actitud optimista contrasta con la reciente salida del vicepresidente económico del club, Eduard Romeu, lo que subraya la urgencia de abordar las cuestiones financieras del club.

En este contexto, se plantea la posibilidad de partidos amistosos al final de la temporada para compensar la eliminación en la Champions League, mientras que lograr el segundo lugar en la liga y disputar la Supercopa se presenta como objetivos cruciales tanto en el campo como en el aspecto financiero.

El Barcelona se encuentra en un momento crucial en su camino hacia la estabilidad financiera, donde la combinación de esfuerzos en el campo y estrategias fuera de él serán fundamentales para alcanzar sus metas económicas y deportivas.