En la antesala de la final de la Copa del Rey, el Real Madrid ha dinamitado el clima institucional con un durísimo comunicado que apunta directamente contra los árbitros designados para el clásico ante el FC Barcelona y, por extensión, contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La entidad de Chamartín ha tachado de “inadmisibles” las declaraciones públicas realizadas por Ricardo de Burgos Bengoetxea (árbitro principal) y Pablo González Fuertes (VAR), a quienes acusa de un tono amenazante y sesgado, apenas horas antes del partido más esperado del fin de semana.
Un comunicado que sacude la final
El Real Madrid, a través de su página web oficial, ha manifestado su “indignación” por los comentarios que los árbitros habrían realizado en alusión a los vídeos críticos difundidos por Real Madrid TV, donde se ponía en duda la imparcialidad del cuerpo arbitral. Según el club blanco, estas declaraciones fueron emitidas “con premeditación” y a solo 24 horas del partido, lo que interpretan como un intento deliberado de desestabilizar.
La entidad presidida por Florentino Pérez considera que se ha roto la neutralidad que debe regir en una final de este calibre y sostiene que los encargados de impartir justicia llegan al compromiso con un juicio previo contra uno de los finalistas.
Plantón institucional y máxima tensión en Sevilla
Como gesto de protesta, los representantes del Real Madrid decidieron ausentarse de los actos protocolares previos a la final. Ni jugadores ni cuerpo técnico participaron en la rueda de prensa oficial, ni asistieron al entrenamiento abierto ni a la tradicional foto institucional junto al trofeo. Un desplante que marca un precedente y aumenta la tensión en la ciudad de Sevilla, donde se disputará el duelo copero.
La decisión fue tomada tras conocer las declaraciones de los colegiados, que para el club merengue fueron “amenazantes” al aludir a una supuesta unidad del estamento arbitral frente a las críticas del canal oficial del club. Esta situación, consideran, compromete gravemente los principios de “objetividad, equidad e imparcialidad” que deben primar en una cita que será seguida por millones en todo el planeta.
Real Madrid exige cambios y acción inmediata
En su misiva, el club exige a la RFEF y al Comité Técnico de Árbitros que actúen de forma inmediata. El mensaje cierra con una solicitud directa para que se tomen “las medidas correspondientes en defensa del prestigio de las instituciones que representan”, dejando entrever que podría incluso solicitar el cambio de la terna arbitral si no se restablece la confianza en la conducción del partido.
De momento, la Federación no ha emitido una respuesta oficial, aunque la presión mediática y el impacto internacional del conflicto podrían forzar una reacción en las próximas horas.
La final entre Real Madrid y FC Barcelona, que ya acaparaba la atención por la eterna rivalidad deportiva, ahora está teñida de una controversia institucional que amenaza con condicionar el espectáculo. Lo que debería ser una fiesta del fútbol español, podría convertirse en una jornada marcada por la sospecha, la tensión y el conflicto entre el club más laureado del país y la propia organización que rige el balompié nacional. La pelota está por rodar… pero el ambiente, ya está al rojo vivo.
Comunicado Oficial.
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) April 25, 2025
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