Your browser doesn’t support HTML5 audio

En un emocionante encuentro entre el Arsenal y el Bayern, se desató una situación surrealista que dejó perplejos a jugadores, entrenadores y aficionados por igual. Con el marcador en 1-2 a favor del Bayern en la segunda mitad del partido, ocurrió un incidente que generó controversia y debate sobre la decisión arbitral.

Cuando el portero Raya se preparaba para sacar de puerta, su compañero Gabriel cometió un error aparentemente inocente pero crucial. Gabriel, al recibir el pase del portero, tomó el balón con la mano bajo la creencia errónea de que el juego aún no había comenzado. Sin embargo, para sorpresa de todos, el balón ya estaba en juego cuando cometió la infracción.

El entrenador del Bayern, Thomas Tuchel, expresó su indignación ante lo ocurrido, afirmando que fue un penalti merecido en una situación completamente inusual. Tuchel no dudó en señalar que el árbitro, el sueco Glenn Nyberg, no tuvo la valentía de pitar la falta, a pesar de reconocer el error del jugador en el campo.

La frustración fue evidente en las palabras de Tuchel, quien destacó la falta de acción por parte del árbitro y del VAR para corregir la situación. El hecho de que el árbitro admitiera el error del jugador y la presencia del VAR en el campo sin que se tomaran medidas al respecto, alimentó aún más el desconcierto y la controversia en torno al incidente.

En un partido tan reñido y emocionante, cada decisión arbitral puede tener un impacto significativo en el resultado final. La falta de coraje para tomar una decisión clara y justa puede generar descontento entre los equipos y poner en entredicho la integridad del juego. Este surrealista posible penalti seguramente seguirá siendo tema de discusión en los días venideros, mientras los equipos y aficionados reflexionan sobre lo ocurrido en el Emirates Stadium.