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La controversia en el ámbito futbolístico ha alcanzado su cúspide en las últimas horas, luego de que la FIFA publicara un artículo el pasado 20 de septiembre que excluyó a Boca Juniors de la lista de campeones del mundo por sus victorias en 2000 y 2003 ante gigantes europeos como el Real Madrid y el Milan. La confusión se generó en el marco de un nuevo formato de la Copa Intercontinental, que ahora se disputa paralelamente al Mundial de Clubes.
El artículo inicial detallaba los cambios en la competición, pero al confeccionar la lista de campeones, la FIFA erróneamente omitió los títulos de Boca, lo que desató un torrente de reacciones entre los hinchas y expertos del fútbol. A pesar de que en 2017 la FIFA ya había reconocido a todos los equipos que habían ganado la Copa Intercontinental desde 1960 hasta 2004, en su reciente publicación se afirmó que en los años 2001, 2002, 2003 y 2004 “no se disputó la competición”. Esta afirmación generó un malestar significativo, especialmente porque se asignó el título del primer Mundial de Clubes, celebrado en Brasil en 2000, al Corinthians, omitiendo el histórico triunfo de Boca en Japón.
La situación no solo afectó a Boca Juniors, sino también a otros clubes que se vieron excluidos de la lista de campeones. Equipos como Bayern Múnich, que venció a Boca en 2001, y el Real Madrid, que ganó frente a Olimpia de Paraguay en 2002, se encontraron en una situación similar. Esta omisión generó un cuestionamiento sobre la integridad de la FIFA y su compromiso con la historia del fútbol.
Tras varias horas de controversia y debate en las redes sociales, la FIFA se vio obligada a enmendar su error. En un comunicado posterior, el ente regulador del fútbol mundial reconoció finalmente los títulos de Boca Juniors, así como los de otros equipos que habían sido injustamente excluidos. Esto no solo reitera el estatus de Boca como campeón del mundo en 2000 y 2003, sino que también se suma al reconocimiento previo por parte de Conmebol y UEFA.
En su declaración, la FIFA destacó que, a pesar del paréntesis en la competencia entre 2001 y 2004, el prestigio de la Copa Mundial de Clubes ha crecido desde su regreso en 2005, ofreciendo un escenario para los mejores equipos de cada continente. No obstante, este reconocimiento no es solo un alivio para los aficionados de Boca, sino que también plantea preguntas sobre la gestión de la memoria histórica del fútbol.
Con esta rectificación, la FIFA busca restaurar la confianza de los aficionados y clubes en su autoridad y capacidad para preservar la historia del deporte. Boca Juniors, que ha sido un símbolo de éxito y pasión en el fútbol argentino, puede celebrar su lugar en la historia, reafirmando su condición de gigante mundial.
En conclusión, este episodio resalta la importancia de la precisión y la claridad en la comunicación de la FIFA, así como la relevancia de reconocer adecuadamente los logros de los clubes a nivel mundial. La decisión final no solo beneficia a Boca Juniors, sino que también corrige una narrativa que podría haber dejado una mancha en la historia del fútbol internacional. La victoria del Xeneize en 2000 y 2003 queda así consolidada, recordándonos que en el fútbol, como en la vida, la historia siempre merece ser contada con justicia.