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En una etapa decisiva del camino hacia el Mundial 2026, Uruguay se juega mucho más que tres puntos. Este martes 10 de junio, el equipo dirigido por Marcelo Bielsa recibirá a Venezuela en el mítico Estadio Centenario, con la obligación de volver al triunfo tras una serie de resultados adversos y en medio de importantes ausencias. Con la clasificación aún en disputa, el margen de error se achica y la Celeste no puede permitirse dejar unidades en casa.
Cuatro partidos sin ganar: la racha que enciende las alarmas
La actualidad de Uruguay en las Eliminatorias Sudamericanas es preocupante. Luego de un arranque prometedor bajo la conducción de Bielsa, el equipo cayó en un bache futbolístico que ya suma cuatro encuentros consecutivos sin victorias. La última alegría se remonta a noviembre de 2024, cuando se impuso por 3-2 ante Colombia en Montevideo. Desde entonces, no ha logrado festejar y la presión crece a medida que se acortan las fechas.
La reciente derrota frente a Paraguay dejó secuelas, tanto en lo anímico como en la tabla. Aunque Uruguay se mantiene en zona de clasificación directa con 21 puntos, el margen respecto a sus perseguidores es estrecho, y Venezuela —su próximo rival— sueña con alcanzarlo.
Un Centenario que debe pesar
El duelo de este martes representa una nueva oportunidad para recomponer la imagen y recuperar la confianza ante el público uruguayo. El Centenario ha sido históricamente un escenario favorable para la Celeste, y Bielsa espera que el aliento de su gente impulse a un plantel que necesita reencontrarse con el gol y el juego colectivo.
El equipo sabe que un triunfo no solo consolidaría su posición rumbo al Mundial, sino que también le permitiría llegar a 24 puntos y quedar muy cerca de asegurar su clasificación. El contexto obliga a salir a buscar el partido desde el primer minuto.
Dos ausencias clave: Valverde y Núñez, bajas obligadas
No obstante, el desafío será mayor por las importantes ausencias que sufrirá el conjunto celeste. Dos de sus piezas más determinantes, Federico Valverde y Darwin Núñez, no estarán disponibles para enfrentar a la Vinotinto.
El mediocampista del Real Madrid quedó descartado por una lesión que lo ha mantenido fuera de competencia en las últimas semanas. El club español informó que Valverde padece una lumbociatalgia, una dolencia que afecta la zona lumbar y el nervio ciático. Aunque su evolución es positiva y se espera que llegue en condiciones al Mundial de Clubes, Bielsa decidió no arriesgarlo y no lo convocó.
Por su parte, Darwin Núñez deberá seguir cumpliendo con una sanción disciplinaria. El delantero del Liverpool recibió una dura suspensión de dos partidos tras los incidentes ocurridos en la semifinal de la Copa América 2024 frente a Colombia, cuando varios jugadores uruguayos protagonizaron altercados con aficionados cafeteros. Esta será su segunda fecha de castigo, por lo que tampoco estará en el banco de suplentes.
Un equipo con variantes, pero sin margen de error
Ante este panorama, Bielsa deberá rearmar su esquema táctico sin dos de sus referentes. El técnico argentino ha demostrado a lo largo del proceso clasificatorio que no teme innovar, y esta vez no será la excepción. Se espera que jugadores como Nicolás de la Cruz, Manuel Ugarte o Facundo Pellistri asuman mayor protagonismo, mientras que en ofensiva la responsabilidad de marcar recaerá sobre otras opciones como Agustín Canobbio o Maximiliano Gómez.
La Celeste deberá apelar a su tradicional garra y al orden colectivo para superar a una Venezuela que llega motivada y con aspiraciones legítimas. Con solo nueve puntos en disputa, cada detalle puede ser determinante, y Uruguay no puede permitirse otra noche sin sumar.
Venezuela, rival directo con ambiciones mundialistas
La Vinotinto ha dejado de ser un equipo accesible. Con 15 puntos y en la séptima posición —que otorga acceso al repechaje—, Venezuela aún sueña con llegar al Mundial por primera vez en su historia. Saben que un triunfo en Montevideo les permitiría acercarse peligrosamente a la zona de clasificación directa, y por eso se jugarán el todo por el todo.
Los dirigidos por Fernando Batista apuestan a la solidez defensiva y al desequilibrio de nombres como Salomón Rondón y Yeferson Soteldo. Su calendario no es fácil, pero confían en dar el golpe en el Centenario.
Uruguay, obligado a ganar para no complicarse
El mensaje es claro: Uruguay debe ganar. No solo para cortar la racha negativa, sino para mantener la ventaja sobre sus perseguidores y quedar a las puertas de una nueva clasificación mundialista. Sin dos figuras clave, con el respaldo de su gente y en un momento de definiciones, la Celeste tendrá este martes la primera de tres finales.
En Montevideo, se jugará mucho más que un partido. Se juega el futuro.
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