Menos de tres meses para que comience uno de los eventos deportivos más esperados en el mundo: la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA Qatar 2022. Y a medida que se acerca el inicio del torneo, también se define la participación de los jugadores que integrarán las listas de convocados de sus respectivas selecciones.

Por eso mismo, los futbolistas se acercan a un punto de no retorno si se lesionan de gravedad o deban operarse. Ese es el caso de uno de los campeones defensores: el francés Paul Pogba. El actual mediocampista de la Juventus de Italia sufrió una lesión en los meniscos durante uno de los primeros entrenamientos tras su regreso al equipo en el que supo brillar hace años.

Si bien decidió hacer un tratamiento conservador sin operación mediante, su regreso a las prácticas no fueron como esperaba y tras volver a sentir molestias decidió pasar por el quirófano para solucionar definitivamente el problema en la rodilla. Tras la intervención, el jugador estará inactivo entre 45 y 60 días por lo que prácticamente se descarta su presencia en el Mundial.

Desde la Juventus no están conformes con la decisión del jugador de no haberse operado en su momento, ya que para este momento se encontraría en la etapa final de la rehabilitación, por lo que no solo podría haber entrado en ritmo para la Copa del Mundo, sino para el regreso a la competencia del equipo de Turín que hoy inicia su camino en la Champions League ante París Saint-Germain.

Francia, al mando de Didier Deschamps, llega a Qatar no solo como campeón defensor tras su título en Rusia hace cuatro años, sino como uno de los favoritos para quedarse con el título nuevamente. Integra el Grupo D junto a Dinamarca, Túnez y Australia, este último su rival en el debut, programado para el día 22 de noviembre a las 15 hs, hora dominicana, en el Estadio Al-Wakrah.

El mediocampista, surgido de las inferiores del Manchester United inglés, disputó seis encuentros en la pasada edición de la Copa del Mundo, en el que convirtió un gol, justamente en la final ante Croacia en Moscú que significó la segunda consagración para el país galo.