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La lucha contra el racismo en el fútbol da un paso firme y significativo en las Eliminatorias Sudamericanas. El enfrentamiento entre Brasil y Uruguay en el Arena Fonte Nova, en Salvador de Bahía, será escenario de la implementación inaugural del protocolo antirracismo. Esta medida, respaldada por la FIFA y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), refuerza el compromiso de erradicar un flagelo que afecta al deporte y a la sociedad en general.
Un gesto simbólico para una acción inmediata
Los jugadores de ambos equipos tendrán la posibilidad de señalar actos discriminatorios realizando un gesto específico: cruzar los brazos a la altura de las muñecas. Este movimiento activará un procedimiento en tres etapas diseñado para detener el racismo de manera contundente:
- Detención del partido para identificar la situación.
- Suspensión temporal, con la evacuación del campo si es necesario.
- Suspensión definitiva, en caso de que los actos discriminatorios persistan.
Esta acción se presenta como una herramienta efectiva para abordar casos de racismo en tiempo real, enviando un mensaje claro de tolerancia cero hacia cualquier tipo de discriminación.
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) November 19, 2024
El respaldo de la CBF y su contexto histórico
El presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, destacó la relevancia de implementar este protocolo en Salvador de Bahía, conocida como la ciudad más negra fuera del continente africano. En sus palabras, este esfuerzo tiene como objetivo combatir el racismo, descrito como “un delito que afecta el alma”, y trabajar hacia su erradicación definitiva en el fútbol brasileño.
Rodrigues hizo un llamado a mantener la lucha activa:
“Los negros han sufrido durante demasiado tiempo y este cambio debe llegar. La FIFA, la CBF y los jugadores tienen la fuerza para liderar esta lucha y construir un futuro más igualitario para las próximas generaciones.”
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) November 19, 2024
Un mensaje alineado con el Día de la Conciencia Negra
El protocolo cobra aún mayor relevancia al implementarse en la víspera del Día de la Conciencia Negra, celebrado el 20 de noviembre. Este día conmemora la resistencia de los pueblos afrodescendientes y su lucha histórica contra la esclavitud durante la era colonial.
El futbolista brasileño Vinícius Júnior, víctima de episodios de racismo en varias ocasiones, expresó su respaldo al protocolo, enfatizando la necesidad de acciones concretas para reducir estos casos:
“La intención es que en un futuro muy cercano podamos tener cada vez menos situaciones de racismo. Este día simboliza todo lo que hemos vivido y lo que aspiramos cambiar para las generaciones futuras.”
La implementación del protocolo antirracismo en el partido entre Brasil y Uruguay es un hito que reafirma el compromiso del fútbol con la igualdad y el respeto. Más allá del ámbito deportivo, esta acción envía un mensaje poderoso: no hay lugar para el racismo en los estadios ni en la sociedad.
El gesto simbólico de los jugadores y la estructura del protocolo son pasos esenciales hacia un cambio cultural que busca garantizar que el fútbol sea un espacio inclusivo, seguro y libre de discriminación para todos.