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Daniel Óscar Garnero, nacido el 1 de abril de 1969 en Lomas de Zamora, Argentina, es un nombre que resuena con fuerza en el fútbol sudamericano. Su historia es la de un jugador que se convirtió en ídolo y, posteriormente, en un respetado entrenador. En la actualidad, Garnero dirige al Club Libertad de Paraguay, donde su objetivo es seguir construyendo un legado que ya ha marcado la historia del deporte en la región.

Garnero se destacó como enganche en el Club Atlético Independiente entre 1991 y 1995, periodo en el que adoptó el emblemático dorsal número 10, anteriormente usado por el legendario Ricardo Bochini. Durante su paso por el club de Avellaneda, Garnero se convirtió en una figura clave, contribuyendo a la consecución de varios títulos, incluidos el campeonato local de 1994, la Supercopa Sudamericana en 1994 y 1995, y la Recopa Sudamericana en 1995. Su habilidad en el campo y su visión de juego lo convirtieron en un ícono, no solo en Independiente, sino en el fútbol argentino.

Tras retirarse, Garnero inició su carrera como entrenador. Su primer rol significativo fue como asistente técnico en Arsenal de Sarandí, bajo la dirección de Jorge Burruchaga. En julio de 2008, asumió como entrenador del mismo club, donde logró su primer título al conquistar la Copa Suruga Bank en 2008. Sin embargo, su paso por Arsenal estuvo marcado por altibajos; en 37 partidos dirigidos, obtuvo 14 victorias, pero su efectividad no fue suficiente para asegurar un legado duradero.

Daniel Garnero con la camiseta de Unión Católica de Chile.
Daniel Garnero con la camiseta de Unión Católica de Chile.

El 10 de mayo de 2010, Garnero regresó al Club Atlético Independiente como entrenador, donde su mandato fue breve, culminando en su renuncia tras una serie de resultados desfavorables. A pesar de su salida, Garnero dejó una marca al haber dirigido al equipo en la Copa Sudamericana, donde lograron vencer al campeón vigente, Argentinos Juniors.

Luego de su paso por Independiente, Garnero tuvo diversas experiencias en otros clubes de Argentina, incluyendo San Martín de San Juan y Banfield, aunque sus gestiones se caracterizaron por desafíos de rendimiento y tensiones con jugadores y directivos.

Paraguay y parte de su vida

La verdadera transformación de su carrera llegó cuando Garnero firmó con Sol de América en Paraguay en 2015. Durante su mandato, logró clasificar al equipo para la Copa Sudamericana, un hito significativo para el club. Posteriormente, se unió a Guaraní, donde conquistó el Torneo Clausura, consolidándose como uno de los entrenadores más destacados en el fútbol paraguayo.

Su éxito continuó en Olimpia, donde, entre 2018 y 2019, llevó al club a ganar cuatro títulos consecutivos, convirtiéndose en tetracampeón del fútbol paraguayo. Sin embargo, la presión por los resultados internacionales fue intensa, y tras una eliminación prematura en la Copa Libertadores 2020, su contrato fue rescindido.

En septiembre de 2023, Garnero fue nombrado entrenador de la selección paraguaya, un desafío monumental que llegó en un momento crítico para el equipo. A pesar de sus intentos por implementar su estilo de juego, su debut fue complicado, perdiendo ante Argentina en su primer partido al mando.

Su primer triunfo llegó contra Bolivia, pero la participación del equipo en la Copa América 2024 dejó mucho que desear, ya que Paraguay terminó eliminado en la fase de grupos sin conseguir puntos. Esta pobre actuación generó críticas y cuestionamientos sobre su continuidad en el cargo.

Libertad y Copa Sudamericana 2024

El 20 de agosto de 2024, Garnero inició su segunda etapa en el Club Libertad, donde se espera que aproveche su vasta experiencia y conocimientos adquiridos en el ámbito internacional. Con un legado de ocho títulos de liga a su nombre, Garnero es considerado el director técnico más exitoso en la historia del fútbol paraguayo. Su capacidad para adaptar tácticas y motivar a sus jugadores será crucial para los nuevos retos que enfrenta.

Daniel Garnero ha recorrido un camino lleno de logros y desafíos en el fútbol. Desde sus días como ídolo en Independiente hasta su rol actual como director técnico de Libertad y de la selección paraguaya, su historia es un testimonio de la pasión y el compromiso que tiene con el deporte. A medida que avanza en su carrera, Garnero continúa siendo una figura clave en el desarrollo del fútbol en Paraguay, con la esperanza de seguir escribiendo su historia de éxito en los años venideros.