Your browser doesn’t support HTML5 audio
Con la emoción en su punto más alto, Racing Club se prepara para enfrentar a Cruzeiro en la final de la Copa Sudamericana, un partido que podría romper una sequía internacional de 36 años para el conjunto de Avellaneda. Pero el protagonismo no solo estará en los equipos: el árbitro designado para esta crucial final, Esteban Ostojich, también estará bajo la lupa.
Con 42 años y una trayectoria que combina éxitos y altibajos, el uruguayo tendrá la responsabilidad de mantener la equidad en un duelo cargado de emociones. La designación de Ostojich no es casualidad, sino una oportunidad que puede marcar un punto de inflexión en su carrera internacional.
Un árbitro con experiencia internacional y un estilo equilibrado
Esteban Ostojich inició su camino en el arbitraje profesional en el fútbol uruguayo en 2013, y desde 2016 pertenece al selecto grupo de árbitros internacionales. Nacido en San José de Mayo, el juez oriental ha acumulado experiencia en competencias de alto nivel como la Copa Libertadores, las Eliminatorias Mundialistas y la Copa América, donde dirigió la recordada final entre Argentina y Brasil en 2021.
Su estilo de arbitraje combina firmeza con un enfoque que busca favorecer el flujo del juego. Sin embargo, su desempeño no está exento de críticas, especialmente en jugadas clave dentro de las áreas, donde su dependencia del VAR ha sido objeto de debate.
Un desempeño que busca reivindicación
La carrera de Ostojich sufrió un revés significativo tras quedar fuera de los árbitros seleccionados para el Mundial de Qatar 2022. Este partido representa una oportunidad crucial para recuperar su prestigio en el ámbito internacional. Según expertos, su nivel técnico es adecuado para finales de esta magnitud, pero su capacidad para manejar momentos de alta tensión será puesta a prueba.
El uruguayo promedia cuatro tarjetas amarillas por partido y una roja cada tres encuentros, mostrando un perfil disciplinario que evita excesos pero mantiene la autoridad en el campo. Además, cuenta con un promedio de 54 minutos de juego efectivo, lo que refleja su intención de no interrumpir el ritmo del juego innecesariamente.
— Alejandro Sanchez (@SopaDecuis) November 23, 2024
Colaboración con el VAR: un arma de doble filo
La relación de Ostojich con el VAR ha sido tanto una fortaleza como una fuente de cuestionamientos. En situaciones polémicas, su experiencia trabajando con esta herramienta ha permitido decisiones más precisas, pero también lo ha señalado como dependiente de ella en situaciones cruciales, especialmente dentro del área.
En esta final, el VAR estará a cargo de su compatriota Leodán González, quien liderará un equipo compuesto por otros árbitros uruguayos y paraguayos. Esta colaboración será clave para garantizar la justicia en un encuentro donde cada detalle puede definir al campeón.
Un juez conocido por Racing y Cruzeiro
Ostojich no es un desconocido para los equipos finalistas. En 2020, dirigió un enfrentamiento entre Racing y Boca Juniors por la Copa Libertadores, dejando una impresión positiva pese a un partido cargado de tensión. Su conocimiento de los equipos y su capacidad para manejar contextos adversos serán esenciales en esta final.
Entre la consagración y la redención
Para Esteban Ostojich, la final entre Racing y Cruzeiro es más que un partido: es una oportunidad para demostrar que aún tiene mucho que ofrecer al arbitraje internacional. En un encuentro donde cada decisión será analizada al detalle, el uruguayo tendrá la tarea de garantizar un desarrollo justo y transparente, marcando con su desempeño el desenlace de un torneo que ha capturado la atención de toda Sudamérica.
Con el estadio esperando vibrar y millones de aficionados al borde de sus asientos, la actuación de Ostojich será tan determinante como las de los protagonistas en el campo. ¿Será esta su redención o el cierre de su carrera en los escenarios más altos? Solo el tiempo lo dirá.