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El próximo domingo, en la apasionante final del Mundial de Futsal Uzbekistán 2024, Matías Raúl Lucuix estará al frente de la Selección Argentina en un duelo vibrante contra el clásico rival Brasil. Con 38 años, Lucuix ha forjado una carrera admirable tanto como jugador y, ahora, como entrenador, un rol en el que sigue dejando huella en el futsal mundial.

Nacido el 20 de noviembre de 1985 en Buenos Aires, Lucuix es reconocido como una de las figuras más destacadas en la historia del futsal argentino. Su amor por el deporte comenzó en los clubes de barrio donde jugaba baby fútbol, una versión infantil del futsal. Sin embargo, fue en el Club Atlético Tigre donde sus habilidades comenzaron a llamar la atención, primero en las categorías inferiores del fútbol de once y luego en el equipo de futsal del club. Su talento lo llevó rápidamente a River Plate, donde ganó varios títulos y obtuvo su primera convocatoria a la Selección de Futsal de Argentina, un paso decisivo en su carrera.

En 2007, Lucuix dio el salto a Europa tras su destacada actuación en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, donde empezó a formar parte de una generación de jugadores que brillaban en ligas internacionales. Cuatro temporadas en Segovia y su paso por el prestigioso Inter Movistar en 2011 consolidaron su reputación como uno de los mejores del mundo. No obstante, su carrera como jugador se vio interrumpida abruptamente en el Mundial de Tailandia 2012, donde una fractura de tibia y peroné lo dejó fuera de las canchas para siempre.

Lejos de abandonar el deporte, Lucuix transformó esa tragedia en una oportunidad. Se reinventó como entrenador y, desde 2018, lidera a la Selección Argentina, continuando el legado que dejó su predecesor y excompañero, Diego Giustozzi. Bajo su mando, el equipo ha obtenido importantes logros, como el título de la Copa América de Futsal en 2022 y el subcampeonato mundial en 2021.

Ahora, frente a Brasil, Lucuix tiene la oportunidad de consagrarse en la cima del futsal internacional. Más allá del resultado del domingo, su legado como jugador y entrenador ya está asegurado. Ha sabido levantarse de las adversidades y ha guiado a una nueva generación de futbolistas hacia la élite del deporte.

La final del Mundial de Futsal Uzbekistán 2024 será un capítulo más en la rica historia de este estratega argentino, quien busca que el sueño de volver a tocar la gloria mundial se haga realidad.