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En una situación que ha generado gran controversia en la antesala del crucial partido entre Perú y Brasil por las Eliminatorias al Mundial 2026, Jorge Fossati, entrenador de la Selección Peruana, confirmó la ausencia de Sebastián Avellino, su preparador físico, quien no viajará con el equipo a Brasil debido a su condena por un caso de racismo ocurrido durante un partido entre Corinthians y Universitario en la Copa Sudamericana.

La decisión de Fossati responde a la condena que pesa sobre Avellino por haber realizado gestos racistas en el mencionado encuentro, hecho por el cual el tribunal brasileño lo sentenció a pagar una multa de dos salarios mínimos en lugar de cumplir una pena de prisión. Sin embargo, para el estratega uruguayo, la ausencia de pruebas concretas y la vulnerabilidad de su colaborador ante la posibilidad de ser arrestado en territorio brasileño justifican su preocupación.

“Él tiene las puertas abiertas, pero increíblemente por leyes brasileñas, si a cualquiera se le ocurre denunciarlo, ya eso es motivo suficiente para arrestarlo sin pruebas”, expresó Fossati en una conferencia de prensa realizada en la Videna. Mostró su indignación ante lo que considera una “injusticia” que afecta no solo a su cuerpo técnico, sino también al grupo de jugadores. “Preferimos que se quede aquí. Van otros profesionales, y nos acompañará Mario Mendaña, que trabaja con la Sub-20”, añadió.

Fossati fue enfático en subrayar el impacto emocional que esta situación podría generar en la plantilla. “Si pasara algo con ‘Sebas’, afectaría al plantel porque lo quieren mucho”, destacó el técnico, quien insistió en que la prioridad es proteger el bienestar del equipo ante un escenario incierto.

El caso Avellino ha dividido opiniones, con algunos apoyando la postura del entrenador y otros señalando que se debe cumplir la ley. Lo cierto es que esta medida busca evitar que el equipo peruano enfrente distracciones adicionales antes de su enfrentamiento clave en tierras brasileñas, en un contexto que ya de por sí es altamente exigente.

El preparador físico ha sido suspendido previamente por la CONMEBOL con una sanción de diez partidos, lo que agravó su situación en competiciones internacionales. Sin embargo, la controversia que rodea este episodio pone sobre la mesa la compleja intersección entre la justicia deportiva y la judicial, dejando a la Bicolor sin uno de sus miembros.