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El pasado 10 de octubre, lo que prometía ser una fiesta del fútbol entre creadores de contenido se vio ensombrecido por un lamentable acto de racismo. Durante el “Partidazo 5”, un evento organizado por el popular youtuber DjMariio, un aficionado realizó gestos ofensivos hacia un jugador del equipo francés, generando una interrupción temporal del encuentro. A pesar de que el evento buscaba entretener y unir a las comunidades de creadores de contenido de España y Francia, el incidente racista se convirtió en el triste protagonista de la jornada.

El “Partidazo 5” había generado mucha expectación desde su anuncio, ya que suponía la revancha del enfrentamiento entre los influencers de ambos países, luego de que Francia venciera a España en la edición anterior. Con el estadio Metropolitano de Madrid como escenario y más de 30.000 asistentes, el ambiente era de pura diversión. España dominaba en el marcador con un gol de Robledo, y todo apuntaba a una tarde festiva.

Sin embargo, en el minuto 56, el partido se detuvo abruptamente. Un jugador del equipo francés denunció gestos racistas provenientes de un sector de la grada, señalando a un individuo que había realizado gestos de mono. La situación rápidamente escaló, con los jugadores galos confrontando al público y el árbitro del encuentro, Cristóbal Soria, interviniendo para llevar a los equipos a los vestuarios.

Este gesto fue una muestra clara de intolerancia ante cualquier tipo de racismo. Soria, conocido por su participación en “El Chiringuito”, fue firme en su decisión de detener el partido temporalmente, afirmando: “A la más mínima, paro y se acaba el partido”. Las medidas de seguridad respondieron con rapidez, logrando identificar al responsable, mientras los jugadores de ambos equipos condenaban enérgicamente el acto.

Reacción y Mensaje:

Los capitanes de ambos equipos, DjMariio por España y Amine por Francia, tomaron la palabra para condenar el incidente y hacer un llamado a la erradicación del racismo en el fútbol y en cualquier ámbito. El partido se reanudó poco después, con un mensaje claro desde el campo: el racismo no tiene cabida en el deporte.

A pesar del incidente, el evento continuó y los influencers volvieron a desplegar su talento en el terreno de juego. España sentenció la revancha con un segundo gol, esta vez de penalti, ejecutado por DjMariio. El resultado final fue 2-0, una victoria que, aunque celebrada por los aficionados, quedó eclipsada por los hechos ocurridos.

El “Partidazo 5” debería haber sido recordado como una jornada de entretenimiento, donde fútbol y diversión se mezclaban gracias a los creadores de contenido más populares de España y Francia. Sin embargo, el lamentable episodio racista dejó un sabor amargo en el evento. Aunque el fútbol continuó, lo sucedido reafirma la necesidad de seguir luchando contra la discriminación y los comportamientos inaceptables en cualquier espacio, incluido el deporte.

Esta no es la primera vez que el fútbol español se ve empañado por actos de racismo, y es vital que las autoridades y los organizadores de eventos tomen medidas contundentes para erradicar estos comportamientos de una vez por todas.