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La Liga de Campeones 2024-2025 ha comenzado y el Real Madrid, el club más laureado de Europa, vuelve a escena con una misión clara: conquistar una vez más el máximo torneo continental. Tras una pretemporada marcada por lesiones y ajustes tácticos, el equipo de Carlo Ancelotti llega con noticias positivas y negativas. La buena noticia es el retorno de tres piezas claves: Jude Bellingham, Aurélien Tchouaméni y Éder Militao, quienes no habían estado disponibles en los últimos partidos del torneo local. No obstante, el revés es la baja prolongada de Brahim Díaz, quien sufre una lesión muscular que lo mantendrá fuera de los terrenos de juego por un tiempo indefinido.

El regreso de los pilares

El regreso de Bellingham y Tchouaméni es una inyección de calidad y energía para el mediocampo del Real Madrid. Ambos jugadores han demostrado ser esenciales en la estructura del equipo y su ausencia en las últimas semanas había dejado un vacío en la zona medular. Bellingham, quien llegó al Madrid como uno de los fichajes más destacados de la temporada pasada, ha demostrado rápidamente por qué es considerado uno de los centrocampistas más prometedores del fútbol mundial. Su capacidad para romper líneas con su conducción y visión de juego ha sido crucial para los blancos.

Por su parte, Tchouaméni, quien también ha lidiado con problemas físicos, ha sido el ancla del mediocampo en la ausencia de Casemiro, quien dejó el equipo en el verano de 2022. El joven francés, a pesar de las críticas iniciales, ha consolidado su lugar en el equipo, mostrando un crecimiento constante tanto en defensa como en la transición ofensiva. El hecho de que ambos jugadores estén nuevamente disponibles para enfrentar a Stuttgart en el debut de la Liga de Campeones es un alivio para Ancelotti, quien podrá contar con su equipo casi completo para este reto europeo.

El caso de Militao es particular. A pesar de no haber entrenado con el equipo en la jornada del lunes, el central brasileño está listo para jugar tras haber trabajado de manera individual. Su presencia en la defensa es vital para el Real Madrid, sobre todo en partidos de alta exigencia como los que trae la Liga de Campeones. La zaga madridista, sin su líder habitual, ha mostrado fisuras, y contar nuevamente con Militao podría ser la diferencia entre un equipo sólido y uno vulnerable en la competición más exigente del mundo.

La baja sensible de Brahim Díaz

Pero no todo son buenas noticias para el Madrid. La lesión de Brahim Díaz, quien había empezado a ganar protagonismo en el ataque del equipo, es un golpe duro. El joven español estaba comenzando a mostrar su mejor versión tras su regreso al club luego de su exitosa cesión en el AC Milan, donde se consolidó como una de las figuras clave. Su velocidad, habilidad en el uno contra uno y capacidad para generar jugadas de peligro lo hacían un recurso valioso en el esquema de Ancelotti, sobre todo en partidos donde se requiere romper defensas cerradas.

La prolongada baja de Brahim, producto de una lesión muscular en la pierna derecha, se siente especialmente en un momento en que el Madrid busca consolidar un ataque que ha sido intermitente. Ancelotti tendrá que buscar alternativas en jugadores como Rodrygo o Joselu, pero la ausencia de Brahim limitará las opciones ofensivas en la rotación, especialmente en una temporada larga y cargada de compromisos.

Ancelotti y el desafío europeo

Carlo Ancelotti, un estratega que conoce mejor que nadie la competición europea, ha dejado clara su ambición de llegar nuevamente a la final de la Liga de Campeones. Bajo su mando, el Madrid ha mantenido su estatus como un contendiente constante en la élite del fútbol continental. La temporada pasada, lograron alargar su récord de títulos europeos a 15, un logro que reafirma su hegemonía en la competición.

El técnico italiano, consciente de que la Liga de Campeones siempre ha sido un territorio especial para el Real Madrid, se mostró optimista en rueda de prensa: “Tenemos la ilusión de siempre. Es una competición especial para nosotros, como siempre intentaremos competir hasta el final”. Ancelotti también hizo mención al cambio de formato del torneo, pero subrayó que los favoritos siguen siendo los mismos, incluyendo al Madrid. “Ojalá podamos llegar hasta el final como el año pasado”, declaró.

En este sentido, Ancelotti no solo afronta la presión de mantener al equipo competitivo, sino también de gestionar las expectativas que siempre rodean al club más exitoso en la historia de la Liga de Campeones. Con el regreso de figuras claves como Bellingham, Tchouaméni y Militao, el equipo parece estar listo para emprender otro viaje hacia la gloria europea.

El reto de Stuttgart y el protagonismo de Mbappé

El primer rival del Madrid en esta edición de la Liga de Campeones será el Stuttgart, un equipo que ha demostrado ser incómodo y peligroso en competiciones europeas. Aunque no cuentan con la tradición ni los nombres del Real Madrid, subestimarlos sería un error. Ancelotti y su equipo deben estar alertas y evitar cualquier exceso de confianza en su debut.

Otro tema relevante es la presencia de Kylian Mbappé, quien será titular en el partido. El astro francés, que fichó por el Real Madrid en el pasado mercado de verano, está llamado a ser la pieza clave en el ataque del equipo blanco. Su adaptación ha sido rápida y su impacto inmediato, lo que genera grandes expectativas sobre su rendimiento en la competición europea.

El debut del Real Madrid en la Liga de Campeones 2024-2025 está cargado de expectativas y retos. Con el regreso de jugadores clave como Bellingham, Tchouaméni y Militao, el equipo recupera estabilidad y calidad en zonas cruciales del campo. Sin embargo, la baja de Brahim Díaz será una prueba para la profundidad del equipo de Ancelotti. Aun así, el objetivo sigue siendo el mismo: conquistar Europa una vez más y extender el legado del club en la competición más prestigiosa del fútbol mundial.