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El sueño mundialista de la República Dominicana en la Copa Mundial Femenina Sub-17 llegó a su fin. Las dominicanas, anfitrionas del torneo, enfrentaron una misión casi imposible en su último partido de la fase de grupos. Necesitaban vencer a Nigeria y esperar un milagro en el otro partido del grupo para avanzar. Aunque lucharon hasta el final, una derrota por la mínima (1-0) ante las africanas sentenció su participación. Sin embargo, este equipo, lleno de valentía y resiliencia, ha dejado una marca imborrable en el corazón de sus aficionados.

La República Dominicana afrontaba su último encuentro de la fase de grupos con la difícil tarea de derrotar a Nigeria, un rival de gran trayectoria en el fútbol femenino. Las dominicanas sabían que necesitaban una victoria para mantener vivas sus esperanzas de clasificación, pero el reto era mayúsculo. Desde el inicio, el equipo caribeño mostró su fortaleza defensiva, liderado por la guardameta Jaylene Rondón, quien realizó intervenciones clave que mantuvieron el marcador sin goles hasta el minuto 89.

A lo largo de todo el partido, las dominicanas demostraron garra y determinación, reflejo del trabajo de la seleccionadora Betzaida Ubri, que logró unir a un equipo joven con un futuro prometedor. Jeanery Díaz, defensa central, afirmó tras el partido: “Sabíamos que Nigeria era uno de los equipos más fuertes del torneo. Pero, como dominicanas, luchamos hasta el final y eso es lo que hicimos. Nos sentimos unidas y orgullosas de lo que hemos logrado”.

La única anotación del encuentro llegó en el minuto 89, cuando Shakirat Moshood, la delantera nigeriana, sorprendió a la defensa dominicana con un disparo desde fuera del área que selló el destino de las caribeñas. A pesar de este gol tardío, las anfitrionas se marchan del torneo con la frente en alto, sabiendo que dieron el 110% en cada minuto disputado.

Uno de los momentos más emotivos de la competición fue la histórica presencia de 13,535 aficionados en el Estadio Félix Sánchez, quienes no dejaron de alentar a su equipo durante los 90 minutos. Alexa Castro, una de las figuras del equipo, expresó su gratitud hacia la afición: “Es un honor jugar ante todo este público. Dimos lo mejor de nosotras y creo que hicimos historia”.

Un Mundial que marcó un antes y un después

Este torneo representó un gran avance para el fútbol femenino dominicano. Si bien los resultados no acompañaron, el equipo demostró que el país está en pleno crecimiento deportivo. Jaylene Rondón, quien fue una de las figuras más destacadas, destacó el apoyo recibido desde las gradas y cómo esto la motivó durante el partido: “Todo el apoyo que recibí me ayudó a tener confianza bajo palos. Dimos todo lo que teníamos y nos vamos sabiendo que hicimos un gran esfuerzo”.

Por otro lado, la seleccionadora Betzaida Ubri insistió en la importancia de lo vivido en este Mundial para el desarrollo del fútbol femenino en República Dominicana. “Competir en un escenario internacional de esta magnitud nos da la oportunidad de aprender y mejorar. Estos partidos nos han mostrado lo que somos capaces de lograr, y esto es solo el comienzo”, comentó en rueda de prensa.

A pesar de la eliminación, la participación de la República Dominicana en el Mundial Sub-17 deja un legado que va más allá de los resultados. Las jugadoras han demostrado su valía ante los mejores equipos del mundo y han ganado la admiración de todo un país. Con un equipo joven y talentoso, y el respaldo de una creciente afición, el futuro del fútbol femenino en la isla promete ser brillante. No cabe duda de que este no será el último Mundial para la República Dominicana, y las pupilas de Betzaida Ubri seguirán creciendo en el escenario internacional.

Los recuerdos de esta primera experiencia mundialista quedarán en la memoria de las jugadoras y del público, siendo un pilar fundamental en el desarrollo del fútbol femenino dominicano.