Un estreno con señales preocupantes
El Real Madrid inició oficialmente la era Xabi Alonso en la temporada 2025-26 con un triunfo frente a Osasuna en el Santiago Bernabéu. El once inicial no ofreció sorpresas: repitió el esquema ensayado en Innsbruck y contó con tres de los nuevos fichajes (Trent Alexander-Arnold, Huijsen y Carreras). Sin embargo, más allá de los tres puntos, la atención se centró en el rol de Rodrygo Goes, cuya situación en la plantilla empieza a ser inquietante.
Lejos de ser una pieza determinante, el brasileño aparece como la sexta opción ofensiva en la rotación de Xabi, incluso con la ausencia prolongada de Jude Bellingham, quien todavía tardará más de un mes en volver.
Brahim aprovecha la oportunidad
La baja del mediapunta inglés parecía la ocasión perfecta para que Rodrygo recuperara espacio. No obstante, quien se adueñó de ese hueco fue Brahim Díaz, que con energía, carácter y compromiso ha convencido al cuerpo técnico y a la afición. Cada minuto en el Bernabéu lo ha transformado en un mensaje: quiere ser protagonista en este nuevo proyecto.
Rodrygo, en contraste, no logró transmitir la misma determinación ni en la pretemporada en Estados Unidos ni en el Mundial de Clubes. Contra Osasuna ni siquiera fue el primer cambio en ataque —ese lugar correspondió a Franco Mastantuono—, ni el segundo, ocupado por Gonzalo. El margen de confianza se estrecha y la puerta de salida comienza a vislumbrarse.
Mastantuono y Carvajal, focos del Bernabéu
Otro de los momentos emotivos de la jornada fue el debut de Franco Mastantuono, uno de los fichajes más prometedores. El argentino recibió una cálida ovación, aunque su ingreso coincidió con el regreso al césped de Dani Carvajal tras casi un año de ausencia por lesión, lo que opacó en parte su presentación. La reacción del público confirmó, sin embargo, que el joven delantero tiene la complicidad de la grada, algo que Rodrygo parece haber perdido en los últimos meses.
Un Madrid letal al contragolpe
En lo futbolístico, el Real Madrid sufrió para abrir la zaga navarra durante 50 minutos. El desequilibrio llegó con una transición rápida: Kylian Mbappé, ahora delantero centro fijo en el esquema de Xabi Alonso, arrancó desde la derecha con su habitual potencia y provocó el penalti que definió el rumbo del partido. Un recordatorio de que, aunque la propuesta evolucione, el Madrid sigue siendo letal cuando tiene espacio para correr.
El futuro de Rodrygo, cada vez más incierto
Con Mbappé como referente ofensivo, Vinícius como intocable y Brahim ganando terreno, el papel de Rodrygo se ve reducido a minutos residuales. La irrupción de Mastantuono y Gonzalo no hacen más que complicar su panorama. El brasileño, que hace apenas dos temporadas era considerado uno de los futuros pilares del ataque blanco, enfrenta ahora el reto de reinventarse o aceptar un rol secundario que parece alejarlo de la relevancia que alguna vez tuvo en Chamartín.