Solo el fútbol puede desatar un cúmulo de pasiones así, como se vivió hoy en el RCDE Stadium de Barcelona, durante el partido amistoso entre España y Albania.

El ambiente fue vital y al finalizar el juego todos los jugadores y el mismo Luis Enrique hablaron de lo puntual del apoyo de la afición catalana.

En la casa del Real Club Deportivo Español, La Roja se midió a un rival de nivel medio pero con un complicado sistema defensivo y buenos volantes de recuperación.

La estrategia

Antes de empezar, Luis Enrique les pidió a sus jugadores mayor movilidad, pues para romper las líneas albanesas debía haber buena circulación de balón.

Así comenzó el primer tiempo y si todo fue un monólogo español, los locales no pudieron concretar las oportunidades que tuvieron sobre todo de manos de Ferran Torres.

El rol del arquero Bericha fue fundamental evitando varios disparos a gol y así se fueron al descanso.

Ya en la segunda mitad y con los fanáticos arreciando en las gradas, España comenzó a abrir más espacios en el juego de Albania y tras un pase filtrado llegó el primer gol, obra de Ferran Torres.

En ese entonces los albaneses se replegaron un poco más, buscando a tientas un contragolpe y presionando a intervalos en la zona alta de la cancha.

Tras un error de Pau Torres al pasar la pelota al debutante portero David Raya, la bola es interceptada por Myrto Urzuni y llega el empate.

Así y todo los ibéricos no se dejaron amilanar y fueron a buscar el gol de la victoria.

El partido se abrió por completo y empezaron a llegar las opciones pero igual no se definía.

La obra de arte

Ya en los finales, cuando parecía quel el choque se saldaba con empate llegó el golazo de Dani Olmo.

Todo era algarabía y la gente celebraba como si fuera la final del Mundial.

Luis Enrique agradeció a la afición y habló del juego exigente al que debían aprender a enfrentar, pues a rivales así sin tanta categoría pero muy rocosos en defensa se pueden medir en Qatar.

Por ahora La Roja pasó otra prueba y la afición disfrutó de lo lindo.