El holandés Arjen Robben finalmente colgó las botas. El futbolista, con pasado en grandes equipos de Europa y ganador de sus numerosos títulos, había regresado del retiro en 2019 para jugar en el club que lo vio nacer, el Groningen de la Eredivise de Países Bajos. Pero finalmente, antes de comenzar una nueva temporada, el jugador decidió poner fin a su carrera.
Robben, de 37 años, debutó en Groningen en el año 2000 con apenas 16 años. Después de tres temporadas allí, fichó por uno de los grandes del país, el PSV, club en el que ganó una liga en dos años. Sus buenas actuaciones lo llevaron a clubes como el Chelsea y el Real Madrid, equipos en los que volvió a obtener trofeos: dos Premier League, una FA Cup y una liga española.
En 2009 llega al club que verá lo mejor de repertorio: el Bayern Munich alemán. En el equipo bávaro estuvo diez temporadas de manera ininterrumpida en las cuales ganó ocho ligas y cinco copas alemanas. Pero su mayor éxito lo obtuvo en la temporada 2012-13 en la que ganó la Champions League venciendo al Borussia Dortmund en Wembley con un gol suyo sobre el final del partido. Ese título fue una revancha por las dos finales perdidas en 2009 y 2011.
En total, el delantero disputó 612 partidos y convirtió 209 goles
Con la selección holandesa jugó 96 partidos en los que marcó 37 goles y su mayor éxito fue llegar a la Final de la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010, partido en el que terminaron cayendo ante España en tiempo extra. En el Mundial siguiente, lograría volver al podio tras quedarse con el tercer puesto en el Mundial de Brasil 2014.