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La lucha contra el racismo en el fútbol sumó un nuevo capítulo en el día de ayer cuando un amistoso internacional tuvo que suspenderse luego de que un equipo decidiera no salir a disputar el segundo tiempo luego de que uno de sus miembros denunciara insultos racistas por parte de sus rivales.
El partido en cuestión era un Nueva Zelanda – Qatar, jugado en Austria, que servía de preparación para los compromisos continentales de ambos países que tendrán en los próximos meses. Si bien se trataba de un amistoso, este debió interrumpirse en el entretiempo por un imprevisto.
“Michael Boxall fue objeto de insultos racistas durante la primera mitad del partido por un jugador qatarí. No se tomaron medidas oficiales, por lo que el equipo acordó no salir para la segunda mitad del partido”, señaló la Federación Neozelandesa a través de las redes sociales, explicando la situación que motivó el abandono del conjunto oceánico.
A los cuarenta minutos de juego el jugador qatarí Yousuf Abdurisag, se habría acercado al defensa Michael Boxall, y lo habría insultado, lo que provocó el enfado de los jugadores neozelandeses. A pesar de que el equipo de Darren Bazeley, que dominaba desde los 17 minutos de juego en el marcador gracias a un gol de Marko Stamenic, continuó en el campo los cinco minutos que faltaban para concluir la primera mitad, tras el descanso no volvió al terreno de juego.
La Federación Qatarí, que no hizo ninguna mención al incidente, se limitó a señalar en sus redes sociales que la selección neozelandesa se había “retirado” del encuentro amistoso que le enfrentó con los del portugués Carlos Queiroz. “Abandonaron el encuentro. Los hechos son los siguientes: al parecer, dos jugadores sobre el terreno de juego intercambiaron palabras, quién lo dijo primero, quién lo dijo después, es algo entre ellos”.
“Los jugadores de Nueva Zelanda decidieron apoyar a su compañero. Obviamente, todo nuestro equipo decidió apoyar a nuestro jugador, pero el personal de Nueva Zelanda también apoya la versión de su jugador y decidieron abandonar el partido, sin testigos de lo sucedido”, fue el análisis del entrenador qatarí.