Tener a Lionel Messi de compañero de equipo, quizás, no es el atractivo suficiente para quedarse en un club. La llegada del astro argentino al PSG ha dado motivos a otros jugadores para replantear su estadía en el equipo, como Kylian Mbappé. Pero la llegada de Messi al conjunto francés no fue el único refuerzo que tuvo el club y el futuro de otros jugadores también es incierto.
La carrera de Keylor Navas fue meteórica. Su gran Mundial de Brasil 2014, no solo le valió llegar a cuartos de final con Costa Rica, hecho histórico para el país, sino que también le valió llegar al arco del Real Madrid que lo fichó inmediatamente después del torneo, procedente del Levante español.
Tras cinco años en la Casa Blanca e incontables títulos, Navas emigró a París Saint-Germain debido a que ya no era prioridad para el Real Madrid, que fichó a Courtois para pelearle el puesto. Y ahora, en la capital francesa, el costarricense puede sufrir lo mismo.
Desde la temporada anterior se habla sobre que el equipo francés busca una alternativa para la posición de arquero. Primero se habló de Hugo Lloris, a quien el entrenador argentino Mauricio Pochettino conocía perfectamente tras dirigirlo en el Tottenham pero finalmente la llegada del francés no se concretó.
Finalmente el elegido fue Gianluigi Donnarumma, que quedó libre del Milan y se convirtió en uno de los arqueros más codiciados debido a su coste cero para el equipo que lo adquiera. Pero la llegada del italiano no hace otra cosa más que iniciar una batalla sobre el que ocupará el puesto de guardameta en el arco del PSG.
De esta forma, aumentan las posibilidades de que Navas busque un nuevo destino donde pueda ser el titular indiscutido y no tenga su participación amenazada por un fichaje reciente. El desafío sería encontrar un equipo de primer nivel que le pueda garantizar eso, ya que son pocos los que están en condiciones de hacerlo.