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El campeón del Mundial de Clubes 2022 fue el Chelsea. Los de Tuchel (ganadores de la Champions ante el Manchester City) vencieron en febrero en la final al Palmeiras brasileño (2-1), campeón de la Copa Libertadores. Lukaku y Raphael Veiga marcaron en el tiempo reglamentario y Havertz desequilibró el partido en la prórroga. Primer título intercontinental para los ingleses, quienes extendieron el dominio europeo en dicha competición.
En marzo se definió la Clasificación Europea a Qatar 2022 y la mayor sorpresa la dio Italia al queda nuevamente afuera de un Mundial, al igual que en Rusia 2018. La particularidad de este nuevo fracaso, es que la Azzurra llegaba como campeona de la Eurocopa del año anterior y que la eliminación se dio al perder en la primera ronda del repechaje ante Macedonia del Norte con un tanto sobre la hora. Desde que Italia logró el título mundial en 2006, sufrió una “maldición”, al quedar afuera en fase de grupos tanto en 2010 como en 2014, y no clasificar ni a 2018 ni 2022.
Argentina, por su parte, luego de romper la racha de 28 años sin títulos oficiales al ganar la Copa América en 2021, siguió con los éxitos y venció a la misma Italia en la Finalissima, un partido entre los campeones continentales de Conmebol y UEFA. Allí, con una actuación magistral, goleó 3-0 en Wembley para quedarse con un nuevo trofeo en sus vitrinas y llegar de la mejor manera a Qatar 2022.
Los títulos en UEFA se definieron con algunos ganadores insospechados y uno que volvió a dominar independientemente de cómo juegue. Roma, al mando de Mourinho, se consagró en la Conference League al derrotar al Feyenoord 1-0. Así, el portugués se convertía en el primer entrenador en ganar los tres títulos europeos actuales. Por otro lado, el Eintracht Frankfurt lograba su segunda copa europea al quedarse con la Europa League en una campaña de ensueño que incluyó eliminar al Barcelona copándole el Camp Nou. El equipo alemán derrotó al Rangers de Escocia por penales.
La Champions, por su parte, volvió a quedar en manos del Real Madrid, demostrando que por algo es el equipo más ganador del mundo. Incluso con un juego poco vistoso y sufriendo en casi todas las rondas, logró remontar a París Saint-Germain, Chelsea, Manchester City y en la final venció por la mínima a Liverpool para quedarse con la decimocuarta “Orejona” de su historia.
Quizás la única “mancha” del merengue en la temporada fue el rechazo de Kylian Mbappé a firmar por ellos cuando parecía todo dado para que el delantero llegue a la Casa Blanca. Presionado por los dueños qataríes del club y hasta por el mismo presidente de Francia, Mbappé decidió renovar por el club parisino a cambio de una fortuna estimada en 630 millones de euros hasta 2025. En Madrid se quedaron, literalmente, en blanco ante el sorpresivo cambio de guión.
De todas formas, el mercado de pases entregó algunas perlas, como la llegada de Robert Lewandowski a un Barcelona en crisis, o la de Erling Haaland a Manchester City, ambos aportando su cuota goleadora a sus clubes. En el caso del noruego, rompe récord tras récord en la Premier League. Por otro lado, el Balón de Oro finalmente cayó en manos de Benzema, tras una temporada consagratoria ya sin la sombra de Cristiano Ronaldo. El portugués, justamente, puso fin a su paso por el Manchester United (al cual dejó en pleno Mundial) y firmó hace un par de días con el Al-Nasr de Arabia Saudita.
Y el Mundial fue el broche de oro para un año atípico, con Argentina levantando su tercera Copa del Mundo y con Lionel Messi como principal estandarte y con el alivio de, al fin, poder darle a su país el título más grande de todos. De menor a mayor, Argentina construyó un equipo con identidad y unión y fue sorteando todo tipo de obstáculos. Tras perder el primer partido y pasar una sufrida tanda de penales en cuartos de final, le ganó a Francia la final por la misma vía luego de empatar 3-3 en uno de los mejores partidos de la historia de los Mundiales.