Camavinga euforico. El centrocampista francés, probablemente de manera temporal  lateral izquierdo, encadena algunos de los mejores partidos desde que es jugador del Real Madrid. E inclusive hace cosas asombrosas en los entrenamientos.

Hoy se quedó un rato más después de la sesión matutina para ensayar el lanzamiento de falta. Después de una corta carrera, inmediatamente se ve que el golpeo es bueno, y acaba alojándose en la escuadra sin que Luis López pueda hacer nada.

El gol hace que el mismo Camavinga se vuelva loco, saliendo a la carrera mientras grita: “¡Oh, Dios mío!”