Del 17 al 20 de abril, el exclusivo campo de Corales en Punta Cana vuelve a reunir a figuras del PGA Tour, con una bolsa de cuatro millones de dólares y una experiencia que va más allá del deporte. Un análisis del impacto, los protagonistas y el legado de este torneo premium en suelo dominicano.
Una vez más, el inconfundible horizonte de palmeras y costas turquesa de Punta Cana será el epicentro del golf mundial. La celebración del Corales Puntacana Championship 2025, parte oficial del PGA Tour, consolida a la República Dominicana como un anfitrión de primer nivel para las competencias más exigentes del calendario internacional.
La antesala de un espectáculo único
Aunque el torneo principal se celebrará entre el 17 y el 20 de abril, las actividades ya comenzaron con un pro-am privado, en el que jugadores profesionales comparten el green con aficionados vinculados a empresas patrocinadoras. Esta dinámica no solo fortalece la relación entre el deporte y el mundo corporativo, sino que le da al evento un carácter exclusivo, social y festivo.
Este martes se celebrará la rueda de prensa oficial, seguida por el pro-am institucional del miércoles, en el que los golfistas del PGA Tour compartirán con invitados de alto perfil, fortaleciendo aún más la imagen del torneo como una plataforma de networking internacional.
El campo: desafío y postal caribeña
Diseñado por el legendario Tom Fazio, el campo de Corales no solo es uno de los más deslumbrantes del Caribe, sino también uno de los más exigentes del circuito. Sus extensas vistas al mar, los acantilados y su clima tropical se combinan con fairways técnicos que pondrán a prueba la precisión, estrategia y temple de los jugadores.
Aquí, no basta con pegar largo. En Corales, cada golpe es una declaración de inteligencia y dominio.
Los protagonistas del 2025
En esta edición, el torneo reunirá a 132 jugadores profesionales, todos en búsqueda del prestigioso título y de una parte de los 4 millones de dólares en premios. Además, se otorgarán 300 puntos en la FedEx Cup, vitales para la clasificación general del circuito.
Los cinco golfistas mejor clasificados que encabezarán la competencia son:
- Andrew Novak (puesto 26 en el ranking)
- Patrick Rodgers (37)
- Sam Stevens (40)
- Ben Griffin (42)
- Harry Hall (51)
A ellos se les sumarán talentos emergentes y veteranos en busca de redención, haciendo del torneo un crisol de estilos, estrategias y emociones.
Una marca histórica que todos quieren superar
La vara está alta. El año pasado, Billy Horschel dejó su huella con una actuación monumental, al terminar con 265 golpes en cuatro rondas, equivalente a -23 bajo par. Esa hazaña se convirtió en la nueva referencia del campo, y será el objetivo a vencer para quienes aspiren a escribir su nombre en la historia del Corales Puntacana Championship.
Más que golf: un evento de país
El impacto de este torneo trasciende lo deportivo. El Corales Puntacana se ha convertido en una plataforma de promoción turística, una oportunidad de atraer a visitantes de alto perfil, medios internacionales y marcas globales. Cada edición posiciona a la República Dominicana como un destino no solo de playas, sino de lujo, exclusividad y eventos de clase mundial.
Además, fortalece la industria local, genera empleos temporales y deja una derrama económica significativa en Punta Cana y alrededores.
Un torneo con visión de futuro
El PGA Tour ha confirmado recientemente la prolongación de su alianza con el Corales Puntacana Championship, asegurando que esta cita caribeña continuará siendo parte del calendario oficial por varios años más. Esto ratifica el éxito organizativo del evento y su capacidad de adaptarse a los estándares más altos del golf profesional.
La llegada del PGA Tour a Corales no es un hecho aislado. Es el resultado de una visión estratégica que combina deporte, turismo y desarrollo económico. Mientras los jugadores compiten por coronarse como el nuevo “Rey de Corales”, la República Dominicana sigue ganando puntos como anfitriona de eventos globales.
En cada golpe se juega mucho más que un torneo: se juega el prestigio de un país que ha aprendido a hablar el lenguaje del golf con acento caribeño y ambición internacional.