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Los Juegos Olímpicos de París 2024 se vislumbran como un escenario épico donde la pasión por el deporte se mezclará con la historia. Entre las competencias más esperadas, el atletismo se presenta como un imán para los fanáticos, quienes presenciarán hazañas que podrían desafiar los límites de lo humano. Sin embargo, algunos récords parecen tallados en piedra, erigiéndose como legados casi imposibles de superar.
1. Salto en largo masculino: El vuelo legendario de Beamon
En 1968, Bob Beamon desafió las leyes de la física con un salto de 8.90 metros en Ciudad de México. Desde entonces, su marca ha permanecido imbatible, convirtiéndose en un ícono del atletismo. La distancia parece una barrera infranqueable, un enigma que muchos atletas han intentado descifrar sin éxito.
2. 200 metros femeninos: La velocidad inalcanzable de Flo-Jo
Florence Griffith-Joyner, apodada “Flo-Jo”, dejó su huella imborrable en 1988 con un tiempo de 21.34 segundos en los 200 metros. Su carrera, llena de extravagancia y talento, la convirtió en una leyenda. Desde entonces, ninguna velocista ha logrado acercarse a su marca, dejando un interrogante sobre si alguna vez será superada.
3. 400 metros femeninos: El dominio inalcanzable de Marita Koch
La alemana del Este, Marita Koch, estableció un récord de 47.60 segundos en los 400 metros femeninos en 1985. Su proeza ha resistido el paso del tiempo, dejando a las nuevas generaciones con la duda de si será posible superar la barrera de los 48 segundos.
4. Salto con garrocha masculino: Duplantis, ¿un nuevo dios del Olimpo?
Armand “Mondo” Duplantis ha reescrito la historia del salto con garrocha en los últimos años. Con su estilo único y su ambición desmedida, ha roto el récord mundial en seis ocasiones, llegando a los 6.21 metros. Sin embargo, la pregunta sigue latente: ¿logrará superar en París la barrera de los 6.30 metros y establecer una marca legendaria?
5. 100 metros masculinos: ¿Bolt, un mito insuperable?
Usain Bolt es el hombre más rápido de la historia. Sus récords mundiales en 100 metros (9.58 segundos) y 200 metros (19.19 segundos) parecen inalcanzables. La velocidad explosiva y la elegancia de su técnica lo convirtieron en un ícono global. Sin embargo, en el atletismo, nada es imposible, y la búsqueda de un nuevo “rayo” que desafíe su legado está en marcha.
Estos son solo algunos de los récords que parecen eternos en los Juegos Olímpicos. París 2024 será el escenario perfecto para presenciar nuevos desafíos y, quizás, ser testigos de cómo algunos de estos legados se derrumban ante la pasión y el talento de los atletas.
Los Juegos Olímpicos son más que solo competiciones, son historias de superación, de sueños rotos y nuevos comienzos. Son la oportunidad de presenciar la grandeza humana y de preguntarnos: ¿hasta dónde podemos llegar?