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La República Dominicana está a punto de embarcarse en una nueva aventura olímpica con el objetivo de igualar, o incluso superar, el éxito logrado en Tokio 2020, donde el país obtuvo cinco medallas. La inversión en deporte ha sido clave en este cambio de paradigma, y el impacto de esta estrategia se empieza a notar en el desempeño de los atletas nacionales.

El Comité Olímpico Dominicano (COD) y la Jefatura de Misión mantienen una meta ambiciosa: replicar el éxito de Tokio y alcanzar al menos la misma cantidad de medallas en los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embargo, los expertos en las distintas disciplinas olímpicas tienen una visión más moderada y realista, sugiriendo que tres o cuatro medallas serían un logro significativo.

Perspectivas de Medallas: Marileidy Paulino y Otros Candidatos

Los análisis más optimistas colocan a la velocista Marileidy Paulino como una de las principales favoritas para obtener la medalla de oro en los 400 metros planos. Además, se espera que el boxeador Junior Alcántara logre colgarse el bronce en la categoría de 51 kilos. No obstante, otros atletas como el púgil Cristian Pinales (80 kg), la pesista Yudelina Mejía (+81 kg) y el gimnasta Audrys Nin también son considerados serios contendientes para subir al podio.

El jefe de misión, Miguel Camacho, quien también entrenó a Luisito Pié en los Juegos de Río 2016, considera que superar la marca de seis medallas sería un logro destacado, dada la competencia en el escenario internacional.

La Inversión: Un Cambio Radical en el Apoyo a los Atletas

Desde la implementación del programa Creando Sueños Olímpicos (CRESO) en 2009, el apoyo a los atletas dominicanos ha experimentado un incremento significativo. CRESO, una iniciativa privada respaldada por una docena de empresas, ha invertido aproximadamente 5,7 millones de dólares en el patrocinio de 107 atletas olímpicos y siete paralímpicos desde Tokio 2020 hasta París 2024. Este programa cubre todos los aspectos necesarios, desde entrenamientos y competencias hasta dietas y estudios.

Por otro lado, el gobierno dominicano ha destinado alrededor de RD$235 millones para la participación en los Juegos Olímpicos de París, una cifra que triplica el presupuesto asignado para Tokio 2020. Este incremento refleja el compromiso del país con el alto rendimiento deportivo, con casi el 49% de los RD$3,800 millones invertidos en los últimos dos presupuestos destinados exclusivamente a deportes de alto rendimiento.

Un Legado de Lucha y Perseverancia

Hace 60 años, el deporte olímpico en la República Dominicana dependía en gran medida de aportaciones privadas y colectas públicas. En 1964, la bandera dominicana fue inscrita en los Juegos Olímpicos de Tokio gracias a una colecta nacional, y en 1980, el COD tuvo que vender bonos para asegurar la participación en Moscú. Incluso en 1988, la comunidad surcoreana en el país ayudó a completar el presupuesto para los Juegos de Seúl.

El cambio comenzó con la creación en 1997 del Programa de Atletas de Alto Rendimiento (PARNI), junto con la adjudicación a Santo Domingo de los Juegos Panamericanos de 2003, que obligó a las autoridades a destinar más recursos al deporte. Esta inversión ha demostrado ser una decisión acertada, ya que los resultados de los atletas reflejan el potencial de la República Dominicana para competir en el más alto nivel internacional.

La transformación del deporte en la República Dominicana, impulsada por un aumento en la inversión y el apoyo institucional, ha llevado a una cosecha de medallas que coloca al país en el mapa olímpico global. Con el inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024 a la vuelta de la esquina, los atletas dominicanos están listos para demostrar que la inversión en deporte no solo es una promesa, sino una realidad tangible que se refleja en el podio olímpico.