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La próxima edición de los Juegos Olímpicos en París 2024 no solo promete ser un evento deportivo de primer nivel, sino también un hito en sostenibilidad y eficiencia energética, gracias a la innovadora solución de enfriamiento implementada en la Villa Olímpica. Conoce cómo este sistema revolucionario está cambiando las reglas del juego y garantizando el bienestar de los atletas y residentes por igual.

El desafío de enfrentar las olas de calor

Francia se prepara para las altas temperaturas del verano europeo, especialmente durante los Juegos Olímpicos, donde el bienestar de los atletas es una prioridad. La Villa Olímpica, ubicada en el suburbio de Saint Denis, se erige como un ejemplo de ingeniería ecológica, apostando por la eficiencia sin comprometer el confort.

Un sistema de enfriamiento subterráneo único

En lugar de depender del tradicional aire acondicionado, la Villa Olímpica cuenta con un sistema de enfriamiento subterráneo innovador. A profundidades entre 60 y 70 metros, se han instalado perforaciones que permiten la circulación de agua fría, manteniendo las habitaciones a una temperatura óptima incluso en los días más calurosos del verano.

Sostenibilidad en acción

Este enfoque no solo garantiza el confort de los residentes, sino que también reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo al compromiso de París de realizar los Juegos Olímpicos más sostenibles de la historia. Se estima que este sistema podría mitigar las emisiones de carbono en más del 40%, marcando un paso adelante en la lucha contra el cambio climático.

Simulaciones exitosas y comodidad asegurada

Las simulaciones realizadas en la Villa Olímpica han demostrado la eficacia de este sistema, incluso en las áreas más expuestas al sol. Además, cada habitación estará equipada con ventiladores para proporcionar un extra de confort, asegurando que los atletas puedan concentrarse en su rendimiento sin preocuparse por el calor.

Con estos avances, la Villa Olímpica de París 2024 se posiciona como un modelo a seguir en cuanto a innovación ecológica y bienestar humano. Un ejemplo de cómo la tecnología puede trabajar en armonía con la naturaleza para crear un futuro más sostenible y habitable para todos.