Your browser doesn’t support HTML5 audio

Los Juegos Olímpicos de París se enfrentan a una amenaza sin precedentes: el flagelo de millones de asaltos cibernéticos. Franz Regul, quien lidera el equipo encargado de proteger los Juegos, no tiene dudas de que habrá intentos de piratería. A medida que se acerca el evento, la cantidad de ataques y el nivel de riesgo aumentarán exponencialmente.

Históricamente, la seguridad en eventos como los Juegos Olímpicos se centraba en amenazas físicas como los ataques terroristas. Sin embargo, el papel cada vez mayor de la tecnología ha llevado a los organizadores a ver los ataques cibernéticos como un peligro constante.

El ataque cibernético en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018, atribuido inicialmente a Corea del Norte pero posteriormente a Rusia, casi descarriló el evento. Desde entonces, la amenaza ha crecido, con París 2024 esperando enfrentar entre ocho y 12 veces más intentos de piratería que Tokio 2021.

El equipo de ciberseguridad de París ha estado realizando “juegos de guerra” para prepararse para los ataques. Además, se han implementado medidas de seguridad, como la capacitación del personal para detectar estafas de phishing.

Se espera que Rusia sea una de las mayores amenazas, especialmente después de haber sido excluida de los Juegos Olímpicos debido a la invasión de Ucrania. Los ataques cibernéticos podrían dirigirse a áreas críticas como la programación de eventos, la venta de entradas y las transmisiones.

Aunque los ciberataques han sido históricamente “armas de irritación masiva”, los organizadores de los Juegos Olímpicos están tomando en serio la amenaza y están trabajando arduamente para proteger el evento contra cualquier interferencia.