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París se encuentra en un estado de alerta mientras se acerca la fecha de los Juegos Olímpicos, con la incertidumbre y el temor a un posible atentado empañando la anticipación por el evento deportivo más grande del mundo.

Originalmente, se esperaba que la ceremonia de apertura atrajera a una multitud de 600,000 espectadores, pero debido a preocupaciones de seguridad, ese número se ha reducido drásticamente a 320,000. Las autoridades francesas revocaron la propuesta de permitir que los turistas disfrutaran del evento de manera gratuita desde las riberas del río Sena, y el presidente Emmanuel Macron sugirió la posibilidad de trasladar la ceremonia al Stade de France si la amenaza de seguridad continúa siendo elevada.

La seguridad se ha convertido en una prioridad máxima, con alrededor de 30,000 agentes de policía movilizados diariamente y 45,000 desplegados durante la ceremonia de apertura. Además, Francia ha solicitado la ayuda de 46 países para aportar 2,200 agentes adicionales, muchos de los cuales estarán armados, así como personal militar y perros rastreadores.

Tony Estanguet, jefe del comité organizador de los Juegos de París, ha enfatizado que las medidas de seguridad implementadas son sin precedentes y que se espera que garanticen la seguridad del evento. A pesar de las precauciones adicionales, no se utilizará tecnología de reconocimiento facial, y se espera la presencia de 120 jefes de estado en la ceremonia inaugural.

Sin embargo, los desafíos no se limitan a la seguridad. Los problemas de transporte y alojamiento también están bajo escrutinio. Se anticipa que el tráfico en París será caótico, con entre 600,000 y 800,000 visitantes olímpicos por día. Las preocupaciones por posibles huelgas de sindicatos ferroviarios han aumentado, y la red de transporte parisina tendrá que lidiar con la demanda sin precedentes.

Por otro lado, los precios de los alojamientos han aumentado considerablemente, con algunos hoteles triplicando sus tarifas. Aunque la oferta de Airbnb ha ayudado a mitigar estos incrementos, el costo promedio por noche sigue siendo significativamente más alto que en años anteriores.

A medida que París se prepara para acoger los Juegos Olímpicos entre el 26 de julio y el 11 de agosto, las autoridades continúan trabajando arduamente para garantizar que el evento sea seguro y exitoso. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y la ciudad se enfrenta a desafíos sin precedentes en su papel como anfitriona de este evento global.