El Real Madrid perdió la oportunidad de seguir alejándose de sus perseguidores. Empató 1-1 en el Bernabéu contra un Girona que le sacó agua a las piedras sumando en la casa del equipo blanco. Pero no sin polémica, ya que el local ganaba sin despeinarse gracias a un tanto de Vinicius a los veinticinco minutos del segundo tiempo, pero a falta de diez, le pitaron un penalti que el uruguayo Stuani cambió por gol.

El empate deja un sabor amargo al conjunto merengue que, si bien sigue siendo líder indiscutido de LaLiga ahora lo es con apenas un punto de ventaja sobre el Barcelona que venció in extremis a Valencia y le descontó dos unidades. Ante esto, el entrenador Carlo Ancelotti no disimuló su disgusto por el penal que le cobraron y, además, por el gol a Rodrygo que el árbitro del partido anuló al sancionar una falta que él creía que no existió.

“No me gusta mucho hablar de esto pero hoy hablo. La primera situación es bastante clara, no es penalti porque Asensio no toca el balón con la mano. Hablé con Marco y él me dijo que el balón le pega en el pecho. Ese penalti se lo han inventado. Es verdad que tenía la mano izquierda en una posición un poco rara, pero cubría el cuerpo, no lo hacía más grande. Puede haber duda si lo toca, pero simplemente no ha tocado el balón con la mano”, analizó el entrenador italiano sobre la jugada que derivó en el empate de la visita.

Pero no fue lo único, ya que también se refirió a la jugada en la Rodrygo empuja a la red un balón que el colegiado consideró que el portero Paulo Gazzaniga ya tenía dominado, por lo que decidió cobrar falta en favor del Girona y no gol. Igualmente, si bien Ancelotti insiste en que se podría haber convalidado igual, la decisión es entendible.

Los comentarios no pasaron desapercibidos en la Federación, quien abrió este lunes un proceso sancionador contra Ancelotti por sus declaraciones sobre el árbitro Melero López. El Comité de Integridad de la RFEF, tras una queja del Comité Técnico de Árbitros, ha dado traslado al Comité de Competición para que castigue a Ancelotti con entre dos y cuatro partidos de suspensión por sus manifestaciones.