Jugar la Europa League, luego de quedar eliminado en la ronda de grupos de la Champions League era un momento duro de asimilar para Barcelona, habituado a los grandes escenarios. Pero de a poco, el torneo se fue convirtiendo en una oportunidad para demostrar que el crecimiento es real.
Luego del empate 1 a 1 en el Camp Nou, la serie estaba abierta al visitar el sur de Italia. En el estadio Diego Armando Maradona, los culés han demostrado que, si bien es cierto que pueden llevar a cabo jugadas muy bien construidas, también pueden lanzarse al contragolpe para matar al rival.
Contra el Napoli ha sido así y las buenas noticias llegan cada vez más seguido, con un equipo cada vez más ofensivo y con mucha pegada. Los azulgrana se sacudieron después del empate en el choque de ida y firmaron una noche de diez.
En apenas un cuarto de hora ya se había puesto dos goles arriba gracias a varios recursos como el contragolpe y el disparo desde afuera del área. Si bien Napoli descontó mediante un penal convertido por Lorenzo Insigne, no hubo fantasmas de remontada y los de Xavi controlaron bien el partido. El gol de Piqué en la última del primer tiempo sentenció el juego.
El segundo tiempo tuvo la misma tónica. Napoli dejó espacios por ir a buscar los goles que le faltaban, pero Barcelona no perdonó ni uno y en la primera que tuvo, Aubameyang puso el 4-1 que ya era goleada. Por el lado de los locales, el ingresado Matteo Politano pudo maquillar el resultado y poner un descuento más, pero la eliminación de su equipo ya estaba consumada.