La derrota contra el Rayo ha sido la gota que ha colmado el vaso y ante la difícil situación que atraviesa el club deportivamente después de perder el clásico, hundiéndose en La Liga y con opciones de quedar fuera de los octavos de final de la Champions League, todo ello vestido con un estilo de juego sin ideas, ha llevado al club a tomar la decisión de prescindir del técnico neerlandés.
Se le ratificó en el cargo después de la difícil temporada que se vivió el año pasado y se le ha ido ratificando de nuevo semana tras semana y decepción tras decepción, hasta que la situación se ha vuelto insostenible. Con todo en juego y con la esperanza de poder recuperar la senda de la victoria, el Barça ha decidido apostar por ‘sangre nueva’.
Koeman deja así el club que llevó a la gloria en Wembley en 1992 anotando el gol de la victoria de la primera Champions del Barça, y después de ser el entrenador azulgrana durante 67 encuentros. En su palmarés deja también una Copa del Rey.
Ahora queda por ver quien será su sustituto en el banquillo del Barça. Durante mucho tiempo, previniendo lo que estaba por venir, han ido sonando nombres, aunque uno destaca por encima del resto.
Xavi es uno de los favoritos.
Xavi, tiene muchas papeletas para ser entrenador del Barça tras la caída de Ronald Koeman. El actual técnico del Al Sadd lo tiene todo para ser entrenador azulgrana: ADN culé; estilo de juego; identificación con la afición; manejo del entorno; experiencia en un banquillo (Al Sadd); figura de consenso en el barcelonismo; buena relación con el director deportivo, Jordi Cruyff.
Xavi ya estuvo cerca de aterrizar en el Camp Nou el pasado verano, cuando Laporta dudaba de la conveniencia de seguir contando con Koeman, pero el presidente barcelonista era reacio al fichaje por el vínculo del técnico de Terrassa con Víctor Font, que había basado su programa deportivo en la figura en el segundo jugador con más partidos de la historia del club (767).
Hay, sin embargo, varios aspectos que hacen que la operación no pueda ser automática: hay que liberar a Xavi de su compromiso con el Al Sadd, una operación que se considera muy viable pero que hay que efectuar a través de una negociación directa con el emir, que dio su palabra a Xavi de no dificultar mucho una salida si venía el Barça.