La ilusión está instaurada en el seno de una afición y de un club que, por méritos propios se puede permitir con soñar por cosas grandes. El Rayo Vallecano sigue siendo el equipo más fiable de LaLiga en su estadio y lo certificó una vez más ganando por 2-0 a un Alavés que culmina una semana negra, tras la eliminación copera a manos del Linares.
El Rayo se ha instalado en la parte alta de la tabla, ya no solo con opciones de Europa League o Conference League, sino incluso de Champions. Entre estas nubes de ensueño se mueve ahora este recién ascendido a falta de una jornada para que termine la primera vuelta. Con el triunfo ante los de Vitoria, los de Vallecas se ubican quintos, igualando la línea de la Real Sociedad, con 30 puntos.
El octavo triunfo en casa se forjó en la primera mitad. Bajo la batuta de un gran Trejo, el Rayo desmostó por qué es el mejor local de la categoría. Impuso un ritmo muy alto de juego, con una presión alta que le costó mucho al Alavés poder sacudirse. Cuando lo logró, el equipo de Calleja encontró facilidades para acabar jugada, pero siempre lo hizo de manera tímida, excepto un primer disparo de Luis Rioja que obligó a Dimitrievski a hacer una gran estirada.
Junto a Trejo, Álvaro García se erigió en el otro gran artífice de la gran primera parte raista. Entre ambos construyeron el primer gol: pase al hueco del primero y gran centro raso del segundo para que la finalizara Guardiola. Siete minutos más tarde, con un Rayo volcado, llegó el segundo a balón parado. Avisó antes Comesaña en una falta botada por Trejo que acabó en córner. A la salida de éste, otro centro de Trejo lo resolvió Catena con el segundo.
La segunda mitad fue más para contemporizar, pero eso no impidió que los de Iraola siguieran creando peligro. Fue más una labor de impedir que el Alavés llegara y así lo hizo puesto que, salvo un disparo de Edgar tras una contra, apenas fue inquietado por el equipo de Calleja.