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Suena quizás algo extraño que en pleno mes de abril ya empiece la cuenta atrás para dilucidar el campeón de LaLiga. Más aún esta temporada que, debido al parón por el Mundial, finaliza en junio. Lógicas aparte, la realidad es la que es. El empate del Barça ante el Girona, unido a la derrota del Real Madrid frente al Villarreal, deja a los de Xavi con 13 puntos de ventaja sobre el cuadro de Ancelotti a falta de diez jornadas. Las calculadoras ya echan humo en la Ciudad Condal.
El desenlace más inmediato, pero también el que de antemano parece menos probable, prácticamente imposible, llegaría en la jornada 31. Para ello, el Barça tendría que ganar sus tres próximos compromisos ligueros -ante el Getafe, Atlético de Madrid y Rayo- y el Real Madrid debería salir derrotado ante Cádiz, Celta de Vigo y Girona. Además, se necesitaría que el equipo del Cholo sucumbiese en el duelo directo frente al cuadro catalán y en uno de sus dos partidos con el Almería o Rayo. Si se diesen dichos resultados, los de Xavi serían campeones con siete jornadas de antelación.
Si hay una fecha señalada en rojo dentro del calendario del aficionado culé, esa es el 14 de mayo. Jornada 34 y derbi catalán en el RCDE Stadium. Escenario morboso para que los de Xavi se proclamen campeones y venguen el Tamudazo de 2007, que dejó helado al Camp Nou y al Barça sin una Liga que viajó al Santiago Bernabéu. Para que se consume la venganza, los azulgranas tendrían que llegar distanciados del segundo clasificado en más de doce puntos. Es decir, les valdría con mantener su renta actual durante el próximo mes.
En caso de que el Madrid reduzca su ventaja a 12 puntos, los de Xavi no podrían cantar el alirón en territorio perico. El motivo: golaveraje particular, favorable a los de Ancelotti tras vencer en la primera vuelta por 3-1 y caer por un gol menos de diferencia en el Camp Nou. Llegados a esta situación, al Barça le valdría con ganar en la siguiente jornada para ser campeón de Liga, independientemente de lo que hiciera el Real Madrid.