Estaba anocheciendo en Miami cuando, tras echar una pachanga en la calle, Vinicius se da de bruces con un aficionado argentino que viste los colores del Manchester City. El brasileño camina rodeado de amigos, cerca de la mítica Ocean Drive, y se detiene para hacerse una foto con este seguidor, que prácticamente tira su patinete al ver al jugador del Real Madrid.
Vini, descalzo, porque aprovecha el cierto anonimato que le da Estados Unidos para revivir sus peladas en las calle de Río de Janeiro, ríe primero y se queda sorprendido después cuando ve la reacción del hincha. Es tirarse la foto juntos y Tomás Larisgoitia romper a llorar. Vini no se lo cree.
En ese momento empieza un sueño para el aficionado argentino que, una vez que Vinicius y sus colegas ven su reacción, es invitado al hotel del crack para hacerle un regalo. Paseo, tertulia con el jugador del Madrid… y regalazo, claro. El aficionado argentino alucina con el jugador madridista y en pocos minutos tiene una camiseta del Real Madrid con la firma del futbolista.
No duda en quitarse corriendo la del City y cambiarla por la del Real Madrid. Pero lo mejor de todo para este aficionado argentino no es el regalo de la camiseta, sino la tertulia, la conversación que mantiene con el jugador del Madrid. No duda Vini en bromear primero y en poner en valor al Madrid después. “El 2022 va a ser el año del Real Madrid“, le dice mientras el aficionado se quita la camiseta del City.
Aún tengo que seguir mejorando, tengo margen para eso
Arranca así un rato de charla y algunas curiosidades, como los gustos del brasileño, sus vacaciones en Miami (ha visto un partido de los Heat y anoche estuvo viendo uno de la NFL invitado por su amigo Tom Brady) y su ambición de cara al futuro. Insistía el aficionado que era el mejor del mundo y Vini insistía en que no.
“Aún tengo que seguir mejorando, tengo mucho margen para eso. Solo estoy empezando”, aseguraba de manera humilde, pero mostrando también su ambición por mejorar. Claro que Vini sueña con ser algún día el mejor futbolista del mundo, pero no se obsesiona con ello. Sabe que el trabajo del día a día es la mejor receta de éxito. Después anduvo jugando en el hotel
Centrado en el Real Madrid
Vini descansa y se lo pasa bien en Miami, pero sin dejar a un lado sus obligaciones como jugador del Madrid. Se entrena a diario, siguiendo el plan de su preparador físico Thiago Lobos, mantiene todas las medidas de seguridad contra el Covid 19, pasando controles de manera exhaustiva, y ni siquiera en estas fechas descontrola su alimentación. Vini lo tiene todo bajo control porque sabe que nada de lo logrado servirá si hay un bajón, individual o colectivo, en 2022.
Saber que mi fútbol está brindando diversión y alegría a los aficionados me hace feliz
El carioca es consciente del importante salto cualitativo que ha dado en la segunda parte del año. Desde la llegada de Carlo Ancelotti al Real Madrid ha dado el paso al frente que todo el mundo esperaba y ahora ya no se le mira como una promesa de crack que podía quedarse en el camino, sino como uno de los futbolistas más determinantes del planeta. El ‘boom Vinicius’ es tal que ha sido elegido como mejor jugador brasileño en Europa del año 2021, quedando por delante de Neymar, algo que parecía impensable cuando empezó el curso.
“Siempre digo que uno de mis sueños es que todos los brasileños me apoyen. Y, de alguna manera, saber que mi fútbol está brindando diversión y alegría a los aficionados me hace feliz. En mi carrera, 2021 fue un año especial, en el que crecí dentro y fuera del campo. Fuera del campo me sentí feliz con el lanzamiento de la aplicación Base, dirigida a la educación digital en las escuelas públicas brasileñas”, dijo en Globo Esporte, donde terminó lanzando un último deseo: “Ojalá que el 2022, año de Mundial y de muchos partidos importantes para el Madrid, sea aún mejor”.