Han pasado diez años, pero al Real Madrid todavía le duele que Barcelona le haya arrebatado a Neymar Jr., cuando parecía que el entonces jugador del Santos no iba a cambiar de color de camiseta y se iba a poner la de la Casa Blanca. Pero no, el brasilero llegó a Cataluña e hizo dupla con Lionel Messi y Luis Suárez para formar la MSN, una de las delanteras más temidas de la historia. Y el Real no quiere que eso vuelva a ocurrir.
En Brasil todos hablan de Endrick, la joya de la corona del país sudamericano, que antes de su debut oficial en Palmeiras ya deslumbraba a todo el mundo con lo que hacía en el equipo reserva o en las selecciones juveniles. Ahora, con apenas 16 años, no solo debutó sino que ya tiene tres tantos en cinco partidos disputados con el primer equipo del campeón de Brasil.
Y entre todos los que se deslumbraron con el juvenil, está el Real Madrid, que no quiere perder tiempo y se lanzó a por todas para quedarse con su fichaje. De hecho, ya enviaron emisarios a San Pablo para negociar los montos. Así, Endrick se sumaría a la lista de fichajes estrella que llegaron de esas tierras como Casemiro, Eder Militao, Rodrygo o Vinicius.
Endrick tiene contrato con el Verdão hasta junio de 2025, y una cláusula de rescisión de 60 millones de euros, aunque ante el interés de todas las partes, la venta podría realizarse en un número cercano a los 40M totales. En caso de que el movimiento se concrete, el atacante brasileño debería mantenerse en el Palmeiras hasta julio de 2024, mes en el que cumple los 18 años, la cual es la edad estipulada por la FIFA para los traspasos internacionales.
Pero el Real Madrid no está ni mucho menos solo en la carrera por Endrick, que se prevé larga, tediosa y con muchos vaivenes. Según informa la prensa europea hay dos clubes que también están en buena disposición para convencer a Endrick. Se trata del Chelsea y del PSG, un viejo conocido del Madrid en la guerra de guerrillas que suele ser el mercado de fichajes.
Por lo tanto, el apuro del Real Madrid para cerrar el fichaje es real, ya que tanto el conjunto francés como el inglés tienen el poderío económico suficiente para ofertar esos cuarenta millones o, incluso, los sesenta de la cláusula de rescisión, aún sabiendo que deberán esperar otros dos años para disfrutar del talento del jugador del Palmeiras.