Un hierro caliente es lo que agarró Xavi Hernández al aceptar dirigir a Barcelona. La era post Messi y la crisis financiera son un combo que no cualquiera quiere asumir, pero el ídolo del equipo aceptó el desafío gracias a la espalda que su nombre le da. Pero lo cierto es que, tras cincuenta encuentros oficiales, sus números no son lo mejor.
Con la derrota 1-3 ante el Real Madrid en el Bernabéu, Xavi llegó al medio centenar de juegos dirigidos entre todas las competencias. Treinta y siete de la temporada pasada y trece en el presente curso. En esos partidos acumula un total de 28 triunfos, once empates y misma cantidad de derrotas. Hay que remontarse a la época de Frank Rijkaard para ver un registro similar, aunque el del neerlandés es, incluso, mejor. Apenas, pero mejor que el de Hernández.
Es cierto que en LaLiga perdió el invicto ayer, luego de comenzar con siete triunfos y un empate, pero la Champions League es la piedra en el zapato, ya que cayó en dos encuentros y apenas ganó uno y empató el restante. El Barcelona está acostumbrado a ganar y eso se refleja en los números de los entrenadores anteriores.
Pep Guardiola y Gerardo Martino tuvieron un registro de 37 victorias, ocho empates y cinco derrotas. Tito Vilanova, por su parte, hizo casi lo mismo y acumuló 36 triunfos, ocho igualadas y seis derrotas. Ernesto Valverde también ganó 36, pero empato en once y apenas cayó en tres. Luis Enrique fue el mejor con 42 éxitos, tres empates y cinco caídas, mientras que el antecesor de Xavi, Ronald Koeman, ganó 33, empató siete y perdió diez.
Cabe destacar que Xavi es el primero de todos ellos en no contar ni un solo partido con Lionel Messi, quien emigró a París Saint-Germain el año pasado durante la gestión de Koeman. Además, los problemas financieros y los numerosos fichajes desestabilizaron un equipo que ha tenido que remontar de abajo. Si bien no parece haber indicios de salida de Hernández, la prensa local ha puesto como candidatos al puesto a nombres como Thomas Tuchel (recientemente desvinculado del Chelsea) y a Marcelo Gallardo (quien anunció que deja River Plate luego de ocho años)