El Real Madrid sigue en la búsqueda de un delantero centro que pueda servir de recambio para Karim Benzema, a quienes en el club merengue consideran que aún le quedan un par de temporadas como titular tras la excelente campaña que tuvo durante el curso pasado. Pero esa necesidad es un arma de doble filo. No quieren que la cura sea peor que la enfermedad.
En años anteriores, una situación similar hizo que los dirigentes tuvieran que lidiar con dos casos que ahora son un auténtico dolor de cabeza para la dirigencia blanca: Mariano y Jovic. Los dos delanteros llegaron en la etapa post Cristiano Ronaldo y con la misión de ser un complemento a Benzema. Pero años después, sus rendimientos dejaron mucho que desear.
Mariano llegó en 2018 a pedido de Julen Lopetegui, que tras evaluar que necesitaba un recambio de calidad para el francés, pidió por el regreso del canterano que venía de una gran actuación en el Lyon. Cuatro años después, el español de origen dominicano registra apenas 12 goles en 73 partidos. Muy decepcionante. Para colmo, el Real Madrid intentó deshacerse del jugador en reiteradas ocasiones, pero el delantero no quiere saber nada con una rescisión y está empecinado en cumplir el año que aún le queda de contrato.
El caso de Jovic no fue mucho mejor. Llegó a pedido de Zidane tras haber roto enormes cantidades de redes en el Eintratch Frankfurt de Alemania. Más de sesenta millones de euros pagó el Real Madrid por el traspaso del serbio y en tres años, el delantero apenas convirtió cinco tantos en 52 juegos. Un auténtico fracaso. De todas formas, a diferencia de Mariano, el club español pudo arreglar su salida aunque prácticamente lo regaló a la Fiorentina de Italia.
Por lo tanto, acudir al mercado de forma desesperada para buscar un nuevo reemplazante de Benzema puede generar otra situación como estas dos que aún siguen generando secuelas en los dirigentes merengues. Los dirigentes del Real Madrid tienen muy claro que los fichajes se deben hacer teniendo en cuenta todos los variables posibles en cuanto al impacto deportivo como económico y de estabilidad del grupo. Los fichajes se van madurando y llegan como consecuencia de encajar en un proyecto.