El Real Madrid quiere a toda costa mantener el nivel del plantel que ganó tanto LaLiga como la UEFA Champions League, por lo que cada movimiento en el mercado de fichajes es bien medido y no hecho a las apuradas como en otras épocas del club.

La llegada de refuerzos como Tchouameni y Rudiger, más las renovaciones de Vinicius y Rodrygo, mantienen una base y aseguran una buena rotación en algunos puestos donde la edad de algunos jugadores puede empezar a hacer estragos.

Pero el Real también necesita vender para no poner en riesgo las arcas de la institución, por lo que finalmente se desprendió de una de las joyas exóticas que habían llegado hace un tiempo. El japonés Takefusa Kubo fue vendido a la Real Sociedad en un monto que no ha trascendió.

El acuerdo por el delantero de 21 años hace que el equipo merengue conserve el 50% de los derechos económicos del japonés y que pueda repescarlo en cualquier mercado de aquí a cinco años. De esta forma, se llega a un entendimiento entre ambos clubes ya que el Madrid solo quería cederlo, mientras que los vascos querían comprar.

Este movimiento hace espacio tanto en la caja del club como en el cupo salarial, por lo que el Madrid podría pensarse bien el ofrecimiento que hicieron por un jugador del Bayern Munich que al equipo español le interesa. Se trata de Leroy Sané, alemán de 26 años cuyos representantes son de la agecia LIAN Sports, los mismos que tienen a Luka Jovic como cliente.

Tras el acuerdo que envió al serbio a la Fiorentina, la agencia ofreció a Sané y, si bien es del gusto de la Casa Blanca, aún no se deciden si vale la pena por la cantidad de jugadores que ya hay en esa posición. A Vinicius y Rodrygo, se suma la confianza que el club depositó en Eden Hazard, por lo que la llegada de Sané como jugador blanco, podría no suceder.