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Fue un verdadero “fail” la noche del viernes para el Escogido. En una doble jornada contra los Tigres del Licey perdieron los dos juegos. Ahora tienen 27 derrotas, la macabra columna en este deporte. Pero matemáticamente aún tienen chance de clasificar.
Y mientras numéricamente haya chance todo es posible. Más ahora, cuando el Escogido luce más robusto en su alineación y demostró, al comienzos de semana, que son capaces de hilvanar triunfos.
Por eso los dos próximos juegos de los rojos serán cruciales. Si pierden se despedirán del torneo. Si llegan a perder, siquiera, un juego de esos dos, no importa lo que digan los números. La cuesta a remontar será tan grande que hará falta una hombrada para realizar lo imposible.
El 6 de diciembre, cuando se reanudan las acciones en Lidom, luego del receso del “Juego de Leyendas”, los dirigidos por Dave Jauss recibirán en el estadio Quisqueya Juan Marichal a los Toros del Este. Será un choque de dos perdedores. Y uno de los dos saldrá de perdedor.
Los dulces de La Romana tienen seis derrotas al hilo y los melenudos tres. Pero ambos están separados por dos juegos. Los anaranjados están dos juegos por encima de los escarlatas.
Por eso hay que barrer, cualquiera de los dos debe arrasar. Sobre todo porque en esas mismas fechas los Gigantes del Cibao y las Estrellas Orientales se medirán en dos compromisos. Y, casualmente, los potros están en el tercer puesto, dos juegos por encima de los elefantes.
Es decir, tendremos unas jornadas de alto voltaje. Los cuatro equipos que buscan la clasificación se juegan la vida en esos dos juegos. Y la guinda del pastel: Tigres del Licey, un juego por debajo de las Águilas Cibaeñas, querrá asaltar la cima de la tabla clasificatoria barriendo a los rapaces. ¿Por qué? Porque una división los dejaría en el mismo puesto, a uno de la cima.
El panorama es ese. Todos los equipos tienen la próxima semana la vida en sus manos. No dependerán de nadie. Serán para ellos, salvo los ya clasificados, dos partidos de vida o muerte. Partidos absolutos, donde no valen armisticios ni divisiones. Será matar o o morir, verdaderos duelos.
Pero más para el Escogido, porque si ganan esos dos, despachan a los Toros y luego tendrán, el 12 y 14 de diciembre —el 13 es libre— dos careos consecutivos con las Estrella Orientales.
Ellos se bautizaron hace algún tiempo los “Duros de Matar”. Falta por ver si todavía queda esa garra antañona que les permita remontar una cuesta que luce irremontable.