Se supone que sea así, ganar o perder con clase. Sin embargo, hay fanáticos sin clase, en todos lados y en todos muchos equipos pero esta vez vienen al caso los pocos fanáticos amarillos que mostraron que no saben perder, le faltaron al juego, irrespetaron el pasatiempo de todos los dominicanos.

Lo peor de todo, es que colegas fanáticos de los sin vergüenzas que protagonizaron el feo episodio en el Estadio Cibao, defendieron en las redes sociales tan vergonzoso acto al apuntar los flashes del celular al montículo para distraer y afectar la visión del lanzador rival.

Sin embargo, los grandes culpables son los umpires, el gran Félix Tejeda, umpire de home plate y jefe de los árbitros que no se dignó a hacer una pequeña advertencia a los fanáticos. En toda liga que se respete, los fanáticos con ese relajo son sacados e incluso hasta vetados de los estadios.

Lo peor de todo es que el Manager Ronny Paulino reclamó a los árbitros la situación y la respuesta de los árbitros fue “que no se podía hacer nada al respecto” según el manager rojo. Deben venir consecuencias por parte de la liga y suspender o multar al Chief Umpire Félix Tejeda.

Esto sienta un feo precedente, ¿podrían los fanáticos rojo mañana ir con laser y flash a apuntar la cara del lanzador rival?

Si los fanáticos interrumpen la continuación de un juego por situaciones como estas o por tirar objetos al terreno, las Águilas Cibaeñas pudieran perder el partido bajo las reglas del beisbol. Claro, si los árbitros hicieran su trabajo. Este grupo no representa a la gran mayoría de los fanáticos cibaeños que si respetan las reglas del juego. No generalicemos pero que este feo acto no se quede impune.