Edward Olivares llegó a Lidom para jugar con las Estrellas Orientales. En su primer juego tiró tres hits y causó una gran impresión.
“Gracia a Dios todo salió muy bien”, dijo al ser consultado al respecto. “Estoy muy contento y muy emocionado de estar aquí en la liga (dominicana). Me sentí muy cómodo en ese primer juego y agradecido por la oportunidad que me dieron las Estrellas”.
Olivares firmó en 2014 y la primera ligar profesional que conoció fue la Dominican Summer League. Luego en 2020 llegó a las mayores con los Reales de Kansas City y allí se ha mantenido hasta ahora. “Este año vine dispuesto a jugar con las Estrellas, mantenerme saludable y prepararme para cada juego”.
El venezolano pertenece a los Tigres de Aragua en la LVBP, pero aún no puede uniformarse con los felinos, puesto que MLB no ha levantado la suspensión que pesa sobre el equipo para que peloteros del beisbol organizado puedan participar allí. “Si levantan la suspensión debo regresar a mi país y jugar con ellos”, explica el toletero.
Eso sí, asegura que se queda con las Estrellas “hasta donde ellas lleguen” en caso de que se mantenga el veto con los Tigres.
En 2022, Olivares viene de jugar em 53 partidos con los Reales de Kansas City dejó una línea ofensiva de .286/.333/.410 con cuatro jonrones y 15 remolcadas. “Estuve la mayor parte del tiempo lesionado”, comenta. “Por eso es importante para mí venir a jugar en el invierno”. Dentro del equipo grande tiene compañeros como Carlos Santana y Adalberto Mondesí. Habló con ellos antes de venir.
“Sí, ellos me han dicho que esta liga es muy buena, muy competitiva”, dice. “Te ayuda a mejorar como peloteros, en realidad. Siempre quise jugar en esta liga”.
Le tocó estrenarse en Santo Domingo en el juego del 115° aniversario del Licey. Estaba emocionado por eso. “Sí, sí. Este juego va a estar bueno hoy. Estoy emocionado por eso”.
Cuando llegó este año a Dominicana estaba lluvioso. De hecho, iba a estar con las Estrellas para el juego contra el Escogido, pero ese día llovió copiosamente sobre la capital y no se pudo jugar. Eso no lo detuvo. “Pude tomar un par de práctica de bateo en la jaula y gracias a Dios todo salió muy bien. Estoy muy contento, de verdad”.
Olivares sabe que aquí no se puede batear para las gradas. “Los estadios son enormes”, contesta. “Aquí tienes que poner la bola en juego, chocarla. Lo bueno es que siempre trato de trabajar en todos los aspectos del juego y creo que mi estancia aquí me ayudara mucho”.
Olivares sabe y conoce la cultura del país y su integración con los verdes ha sido formidable. De hecho parece uno más del equipo.