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Vidal Bruján, al final, fue quien dio el hit para decidir el juego que ganaron los Tigres del Licey el jueves en Santiago frente a las Águilas Cibaeñas. El dominicano soltó un doblete que rompió el empate en la pizarra y le dijo a todos con su desempeño que haber sido escogido por el equipo como refuerzo en el draft de reingreso desde los Toros del Este no fue una cuestión de azar.

Su primer hit con los Tigres del Licey llegó en el lugar indicado, en el momento preciso. Y por eso entra a la historia de la semifinal. Y así lo recordarán.

“Siempre la cabeza en alto, dándole energía a mis compañeros como ellos me lo trasmiten a mí”, le dijo el infielder a la colega y compañera de trabajo de Record, Norvis Guera. “Es frustrante cuando las cosas no te salen, sabiendo el talento que uno tiene, como me dijo Bonifacio ‘tú siempre ten la cabeza en alto, que los resultados van a llegar tarde o temprano’. Yo dije: ‘la cosas cambiaron, yo tengo que ser el mismo Bruján que está en Estados Unidos y por eso fue que salí a hacer swing en el pimer pitcheo. Yo voy a mí”.

Y es que eso es precisamente lo que quiere el Licey del infielder, que haga su magia en el segundo cojín y que suelte los batazos peligrosos que él sabe soltar. “He tenido muucho apoyo de mis compañeros”, dijo al finalizar el juego a los periodistas apostados en el estadio Cibao. “Boni, el catcher colombiano (José Alfaro). Esa son cosas que me motivan. Me dije a mí mismo ‘voy a dar lo mejor de mí’, son cosas que me motivan y allí está el resultado”.

Los felinos se van con récord de 2-2 a la pausa navideña, empatados en el segundo lugar con su archirival, las Águilas Cibaeñas. “Este hit es otra experiencia más en mi carrera”, soltó al PadiTV. “Te dije antes del juego que estaba trabajando mi mentalidad y ahí tienes. No todo el tiempo van a salir las cosas bien, pero al final uno puede coger el último turno del juego y ser el turno de la victoria, como fue el de hoy”.

Esta vez fue su primera vez en un Tigres vs Águilas. “Es otro sistema”, declaró. “La fanaticada cambia. Hay mucha rivalidad y también mucha emoción. Nunca pensé que jugaría en estos partidos, pero Dios puso su mano y me escogió el Licey”.

Ya con ese doblete, Bruján se ganó el corazón de los azules, porque lo importante aquí en esta ronda, además de ganar, para los fanáticos azules es ganarle a los rapaces. Y eso fue lo que hizo.