Sergio Alcántara salió de la cueva con dos cascos y sus bates. Saludó y comenzó a trabajar. Mientras Víctor Santos hacía su práctica de bateo en vivo, el grandeliga de los DBacks de Arizona bateó, tomó rolings y también hizo algunos swings en el cage.

La idea es que siga el protocolo de entrenamiento para entrar a jugar. Esta semana no será, pero quizá para mediados de mes estará jugando ya para los Tigres del Licey. Según Audo Vicente debe entrenar, tomar rollings, prácticas de bateo, ir a la paralela y luego reportarse al cuerpo técnico para que éste evalúe si el pelotero está listo o no para entrar en acción. Al parecer sólo es cuestión de días para que debute, pues esta semana fue inscrito en el roster semana de los azules.

La llegada del grandeliga es un agradable problema para los Tigres del Licey. Su presencia en la cueva pondrá a pensar jose Offenman sobre cómo y dónde lslos a lunes. Con EddyDe La Cruz Ronny MMauricio prodiendo de la manera que están produciendo abrá que hacer magia.

Cuándo salió a estirar los músculos todos tenían que ver con él. Antes del estiramiento se puso a jugar flip y realizó el estiramiento en la parte izquierda del estadio Qusiqueya Juan Marichal, sede oficial de los liceístas.

“Tener a Sergio en el equipo es algo agradable”, explica Offerman. “Todos sabemos lo que ellos son capaces hacer y creo que dentro de poco estarán integrados al equipo”.

Y es que con De La Cruz y Mauricio en play no se sabe lo que puede pasar. Son dos prospectos que en cualquier momento los pueden mandan a para. “Hasta ahora están jugando y esperamos que sigan todo el año con nosotros, pero todos sabemos cómo es la pelota de invierno”, dijo Offerman.

“Siempre es bueno tener abundancia de material”, contó el timonel azul. “Lo mejor del caso es que todos están enfocados, trabajando, en la misma página y eso se ve en el terreno de juego”.

Para nadie es un secretro cuánto me gusta jugar pelota en este país“, fueron las únicas palabras que dijo el dominicano. Hay que tener paciencia, mucha paciencia. A veces, apresurarse es peor que esperar. Ya tener al infielder uniformado es una ganacia. Sólo queda ver cuándo escriben su nombre en el lineup.