En el cierre de la jornada 3 de la MLS, se enfrentaban dos realidades totalmente opuestas. Por un lado, Atlanta United que buscaba enderezar un comienzo irregular, y ponerse de nuevo en puestos de clasificación. Por el otro, un Charlotte con menos expectativas, pero con la idea de conseguir sus primeros puntos oficiales en la MLS.
Los dirigidos por Gonzalo Pineda asumieron la iniciativa desde el comienzo; tuvieron el 70% de la posesión de la pelota en la etapa inicial. Además, crearon chances netas de gol, incluyendo una excelente atajada de Kristijan Kahlina a un remate de Josef Martínez, pero no lograron plasmar el dominio del juego en el marcador.
En el segundo tiempo, el local contó con mayor desequilibrio individual a partir de los ingresos de los argentinos Marcelino Moreno y Thiago Almada. Y a los 15 minutos del complemento, el venezolano Christian Makoun le cometió penal a Brooks Lennon y su compatriota Martínez lo cambió por gol.
Sin embargo, seis minutos después el visitante marcó el primer tanto de su historia: Adam Armour se elevó y conectó un córner de cabeza que superó la floja resistencia del experimentado Brad Guzan, entrando así en la historia del club por ser el autor del primer festejo oficial de un tanto del equipo.
Luego del empate, Atlanta fue decidido a buscar el triunfo. Kahlina le negó el doblete a Martínez con otra excelente intervención, pero el arquero croata nada pudo hacer cuando en tiempo de descuento Jake Mulraney desenfundó un zurdazo que se desvió en el camino y se encontró con la red.
Demasiada mala fortuna para los de Tennessee, que aún siguen sin puntuar en tres presentaciones y esperan con ansias ese primer triunfo que los haga entrar en la historia de la MLS. El juego del equipo se ve cada vez más fluido y las piezas parecen encastrar. Solo falta la cuota de suerte que necesita todo equipo para lograr un resultado positivo.