Tras una reunión del consejo de administración del Grupo Volkswagen, uno de los imperios automotores más grandes del mundo, la empresa alemana anunció oficialmente que dos de sus marcas tienen la intención de sumarse a la Fórmula 1 en unos años.
Después de meses de especulaciones y rumores que hablaban de la compra de equipos o de la creación de escuderías desde cero, una breve declaración emitida después de una reunión estableció formalmente la hoja de ruta para su participación.
Se trata de Audi y de Porsche, dos de las marcas más emblemáticas de automóviles, que pertenecen desde hace décadas al grupo empresarial de la V y la W. “La Dirección y el Consejo de Supervisión de Volkswagen AG, Porsche AG y AUDI AG han confirmado los planes para una posible entrada en la Fórmula 1 de las dos marcas del Grupo. Las marcas Audi y Porsche darán detalles más adelante”, comunicó el fabricante de los cuatro anillos.
La intención de ambas marcas es de entrar a la categoría en 2026, cuando termina el plazo impuesto por la Fórmula 1 para congelar el desarrollo de motores. Si bien aún no se sabe que reglamentación habrá después, el plan de ambas marcas parece estar avanzado, debido a que deben conocer detalles que aún no están abiertos al público.
“Por el momento, la nueva normativa para 2026 y años posteriores aún no está disponible. En él se establecerán cambios de gran alcance para hacer el deporte más sostenible, lo que es un requisito previo para la posible entrada de Audi. Audi Sport está discutiendo estos asuntos directamente con la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Nuestra decisión se anunciará tan pronto como se tome”.
En cuanto a cuál será el rol de Audi y Porsche en la Fórmula 1, todo indica que ninguna de las dos creará un equipo desde cero. Desde hace meses se vincula a Audi con McLaren, llegando incluso a mencionar una posible compra de la mítica escudería inglesa. De todas formas, no hay nada concreto.
Lo de Porsche está más claro. Todo apunta a que se asociará con Red Bull en el desarrollo de los motores, como una forma de asesoramiento a la escudería austríaca, al igual que hizo Honda hasta el año pasado. La intención de Red Bull es fabricar sus propios motores con su división Red Bull Powertrains, y la alianza con los alemanes aceleraría ese proceso.