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La Fórmula 1 regresó a la acción tras casi un mes de inactividad. Lo hizo en el Gram Premio de Bakú, capital de Azerbaiyán, en uno de los circuitos callejeros más destacados del calendario. Si bien muchos equipos querían dar un volantazo en cuanto a sus aspiraciones, nadie pudo igualar el rendimiento de Red Bull que volvió a quedarse con un 1-2. Lo llamativo, fue que el ganador fue Sergio Pérez, superando al actual bicampeón Max Verstappen.

El triunfo del mexicano fue gracias a una sólida conducción por las calles de Bakú, en la que de manera prolija no dio opciones a sus perseguidores una vez tomada la punta de la fila. Pero, justamente, el liderato lo consiguió gracias a un error de cálculo de Red Bull que lo favoreció respecto a su compañero de equipo Verstappen.

En el comienzo Verstappen se ubicó segundo detrás del poleman, Charles Leclerc, que con su Ferrari se mantuvo adelante, aunque en la cuarta vuelta Max superó con facilidad al monegasco y saltó a la vanguardia. El neerlandés partió con gomas medias y empezó a sacar más diferencias, mientras que su compañero, Sergio “Checo” Pérez, se ubicó segundo luego de dejar también en el camino a Leclerc.

Hasta que en la undécima vuelta Red Bull lo llamó a Verstappen para que cumpliera con su primera detención (allí lo superó Pérez) y fue en ese preciso momento que las cámaras captaron al Alpha Tauri de Nick de Vries que se detuvo luego de dañar la suspensión delantera izquierda. ¿Qué sucedió? Las autoridades de la prueba decidieron neutralizar la carrera con un safety car.

Así, bajo el auto de seguridad, Checo pudo hacer su parada perdiendo mucho menos tiempo que el que perdió su compañero de equipo y mantuvo el liderato con Max ubicado detrás. El resto de la carrera fue un trámite para el mexicano, ya que pudo mantener a raya al neerlandés, quien no quiso arriesgar dado el poco margen de error que ofrecían las calles de Bakú.

Si bien Red Bull tuvo mala suerte con ese Safety Car, lo cierto es que al ver que el carro de De Vries se detuvo en plena pista, pudieron haber esperado una vuelta más para llamar a Verstappen. Luego de la carrera Max fue consultado sobre el tema por Damon Hill, campeón mundial en 1996, quien ofició de entrevistador. “El auto de seguridad fue un poco de mala suerte”, reconoció Max, intentando no generar polémicas con su equipo.